El modo en que un paciente se enfrenta al diagnóstico, tratamiento y control de una enfermedad crónica, como la DM2, depende de múltiples factores; unos se centran en el paciente, conocimientos previos sobre la enfermedad, experiencias previas por familiares afectos, ideas preconcebidas, nivel socioeconómico y…
El modo en que un paciente se enfrenta al diagnóstico, tratamiento y control de una enfermedad crónica, como la DM2, depende de múltiples factores; unos se centran en el paciente, conocimientos previos sobre la enfermedad, experiencias previas por familiares afectos, ideas preconcebidas, nivel socioeconómico y cultural, enfermedades asociadas, hábitos de vida, ... y otros en el médico, empatía, conocimiento de el origen y las consecuencias de la patología, nivel de comunicación con el paciente, lista de espera,... Es de vital importancia conocer esos factores e incidir sobre ellos con la finalidad que sea consciente del estado en que se encuentra su enfermedad y las medidas que debe seguir para controlarla.
No existe un único paciente afecto de DM2. Existirán múltiples pacientes, unos más informados, con mayor conciencia de su enfermedad, y otros menos informados y con menor conocimiento de su enfermedad y, por tanto, de las posibles consecuencias de un control deficiente.
Es responsabilidad del médico valorar el paciente que tiene delante, determinar mediante una entrevista motivacional el grado de conocimiento de su enfermedad, los miedos ante un nuevo diagnóstico y sus posibles consecuencias, las ideas preconcebidas para poder informar adecuadamente sobre la enfermedad que padece, el grado de afectación en que se encuentra, la necesidad de un buen control y las medidas de las que dispone el paciente para tratar de controlar su enfermedad, ya sean farmacológicas o de control de estilos de vida. Es importante que el paciente entienda que no está sólo ante la enfermedad.
El nivel socio cultural del paciente es importante pero no determina realizar un tratamiento correcto en algunas ocasiones, a veces un paciente con un nivel alto puede ser mas indisciplinado que un paciente que tengas estudios básicos y viceversa.
Autocuidado
La relación en el autocuidado del paciente y la adherencia al tratamiento depende de varios factores o dimensiones. En primer lugar las dependientes del paciente quien decidirá aceptar el tratamiento pautado considerando que existe influencia del nivel socio económico cultural, estadio de la enfermedad, actitudes y creencias de los pacientes respecto a la medicación, la enfermedad y el equipo asistencial. El tratamiento de la diabetes es complejo y difícil de cumplir, debido a los cambios en los estilos de vida (alimentación, sedentarismo), en la administración de medicamentos generalmente de forma diaria, en la presencia de reacciones adversas al medicamento entre otros. Está demostrado que la adherencia al tratamiento disminuye cuando aumenta el número de fármacos y su frecuencia de administración, la aparición de efectos adversos, la duración prolongada del tratamiento. El aspecto más difícil de controlar es el régimen alimentario. Las consecuencias de la falta de cumplimiento son evidentes, ya que se reducen los beneficios del tratamiento, hay un sesgo en la evaluación clínica de la eficiencia, conlleva a la prescripción de dosis más altas y, en algunos casos, a la prescripción de medicamentos más fuertes.
Combinación
Las alternativas terapéuticas que favorecen mejor el cumplimiento son las que incluyen fármacos combinados, tanto en pacientes polimedicados como en los que debutan, ya que al no tener el hábito de tomar medicación es mucho más fiable que tomen un solo comprimido que dos. Hay que tener en cuenta que en muchas ocasiones la sinergia en los comprimidos en combinación respecto a la monoterapia obtiene mejores resultados no solo en el cumplimiento, sino una mayor eficacia en el control de la enfermedad respecto a los fármacos por separado.
Otro tema a tener en cuenta respecto al cumplimiento terapéutico es los efectos adversos, no es la mismo un paciente que toma una sulfonilureas que le puede favorecer las hipoglucemias, o un paciente GLP2 con infecciones de orina o incluso la metformina en dosis altas con los trastornos intestinales, que los iDPP4 que se toleran muy bien en un gran porcentaje de pacientes. Los pacientes por norma general cuando tienen efectos adversos tienden a dejar el tratamiento.
Ayuda también el cumplimiento de la adherencia al tratamiento aquellos fármacos con menos condicionantes, como la administración en una hora en concreto, días alternos, única opción inyectable, o dos horas antes o después de las comidas. El paciente prefiere que la pauta sea mañana, tarde o noche sin demasiadas condiciones sobre todo en el paciente crónico polimedicado.
Para la elaboración de este artículo se ha contado con la colaboración de los doctores Sara López García, Eduardo Mill Ferreyra y Rolando Armitano Ochoa, de Malgrat de Mar, y Helena Hernández Boluda, Encarnación Ramón Meneses, María Rosa Calderer Cardona y Lucía Baltrace, de Barcelona.