La Inmuno-Oncología supone también un reto en la gestión y administración sanitaria

Desde hace varias décadas, el sistema inmune ha sido objeto de investigación por su influencia en el desarrollo de los tumores. Fruto de esta investigación, en el campo de la Oncología se ha producido el desarrollo de moléculas que controlan el sistema inmune, aprobando nuevas indicaciones de fármacos con resultados muy positivos. De esta forma, la Inmuno-Oncología ha supuesto un cambio de paradigma en el tratamiento del cáncer, con importantes implicaciones y retos en todos los ámbitos: pacientes, profesionales sanitarios, centros asistenciales y Administración sanitaria, tanto a nivel nacional como en las CC.AA. Es por ello que la Jornada de Alta Dirección en Inmuno-Oncología ha reunido a todo tipo de expertos, como gestores hospitalarios y de servicios de salud, médicos especialistas en Oncología y farmacéuticos de hospital, para debatir al respecto. De esta forma, la jornada organizada por el centro de Investigación en innovación Sanitaria de la escuela de negocios IESE (CRHIM por sus siglas en inglés), la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA), y la compañía biofarmacéutica Bristol-Myers Squibb, ha puesto de manifiesto que la  responsabilidad con los pacientes oncológicos y con el Sistema Nacional de Salud implica contribuir al acceso sostenible a los fármacos innovadores más seguros y eficaces.  Así, es necesario contar con herramientas que permitan combinar accesibilidad con sostenibilidad, sin olvidar la equidad. En ese sentido, César Pascual, de la Fundación SEDISA, insistía en que “debemos superar el actual modelo organizativo. La Medicina de Precisión supone un impacto en biotecnología que va a aportar soluciones en el tratamiento oncológico y conlleva una necesidad de innovación organizativa para que resulte eficiente”. Un nuevo modelo de Medicina Personalizada De esta forma, durante esta jornada los expertos se ponían de acuerdo en cuáles deberían ser las claves de este nuevo modelo de Medicina Personalizada que aborde el reto de la Inmuno-Oncología , que tendrá que transformar parte de la estructura del Sistema Nacional de Salud. La primera cuestión es que tiene que regularse. Así, nuestro sistema de salud público compete a administraciones que necesitan de un marco regulatorio directo más allá del que podría definirse si se tratara de instituciones privadas Todo ello afectará a la provisión (con sus tres componentes: asistencia, docencia e investigación) y la evaluación. Por otra parte, aclaraban que por las características de nuestro país incluye ámbitos competenciales diferentes: Ministerio, comunidades autónomas y en ocasiones administraciones locales. De esta forma, además de incorporar la Medicina de Precisión hay que asegurar la equidad en su acceso. Para ello, resulta crítico crear redes basadas en centros de referencia. Por último, además de necesitar de perfiles profesionales y formados en este entorno, se precisa la implantación de sistemas informáticos que permitan manejar y compartir los datos generados y debe garantizarse que las técnicas empleadas sean precisas y fiables.