Con motivo del
Día Mundial del cáncer de cabeza y cuello el 27 de julio, la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) destaca los avances que han permitido mejorar la tasa de
largos supervivientes. Así, señalan que estos avances se deben principalmente a la incorporación de la inmunoterapia como tratamiento estándar junto a la quimioterapia y la selección de
pacientes con PDL1 positivo, gracias a la Medicina de Precisión.
Cabe recordar que el cáncer de cabeza y cuello es el séptimo cáncer más diagnosticado en nuestro entorno, con una estimación de 12.500 nuevos casos en España en 2023. Se trata de tumores muy estigmatizantes por las secuelas físicas de los tratamientos con intención curativa que se aplican. Tradicionalmente estos conllevaban una gran repercusión en términos de calidad de vida y funcionalidad en la triple esfera de la fonación, deglución y respiración.
Supervivencia del cáncer de cabeza y cuello
Así, los avances en la supervivencia del cáncer de cabeza y cuello se han ido sucediendo en dos escenarios, en la enfermedad local o localmente avanzada resecable e irresecable, y en la enfermedad recurrente/metastásica.
En enfermedad local destacan los
avances en cirugía maxilofacial y otorrinolaringológica. De hecho, se ha evolucionado desde técnicas Hasltedianas hacia reconstrucciones e injertos, así como la aparición de la cirugía robótica, especialmente la transoral. Esta permite resecciones técnicamente antes inalcanzables. Además, se han perfeccionado técnicas conservadoras como la laringuectomía supraglótica que permiten mantener la fonación y evitan el traqueostoma. En
radioterapia, se ha avanzado en las técnicas capaces de concentrar dosis con menor toxicidad como la radioterapia de intensidad modulada (IMRT). Igualmente, se desarrollan técnicas de radiocirugía y de administración de dosis muy fina con tecnologías que permiten una planificación de altísima resolución. Asimismo, se ensayan técnicas de desintensificación para los tumores causados por el papilomavirus.
En el campo de la recurrencia, como hito más reciente señalan los resultados del
estudio KEYNOTE-048, comunicados en 2018 y publicados en
The Lancet en 2019. Estos exponían que con
pembrolizumab en monoterapia y pembrolizumab asociado a quimioterapia basada en cisplatino en primera línea, alrededor de un 15 por ciento de pacientes con enfermedad recurrente y/o metastásica con enfermedad sensible a platino y un PDL1 positivo siguen vivos a los 5 años, cifra que se eleva hasta el 20-24 por ciento en pacientes con un PDL-1-CPS de 20.