La
insulina glargina es un producto análogo a la
insulina humana de acción prolongada. En su estructura se han intercambiado y añadido algunos aminoácidos. De esta manera, la
insulina resultante presenta una duración de acción de al menos 24 horas, más larga que la
insulina natural, permitiendo ser administrada una vez al día.
Se trata de una
insulina basal, cuya función es imitar la fisiología humana, mimetizando la secreción basal o continua de
insulina. De esta forma, frena la producción de glucosa hepática y limita la hiperglucemia durante la noche y entre comidas.
Normalmente se administra una vez al día, siempre a la misma hora y a la dosis que establece el médico dependiendo del peso, edad, tipo de diabetes y de la administración simultánea de antidiabéticos orales.
Presentación
Se presenta en viales para administración de forma subcutánea o en plumas. La
inyección subcutánea debe realizarse en brazos, muslo, nalga o abdomen y se debe alternar el lugar de inyección, de manera que no se inyecte en el mismo sitio más de una vez en el mes.
La
inyección subcutánea de insulina no debe penetrar en ningún vaso sanguíneo y no debe aplicarse masaje en el lugar de inyección.
Presenta una menor variabilidad en su absorción, por lo que reproduce mejor la secreción basal fisiológica de
insulina.
Al ser una
insulina de acción prolongada, es más cómoda su administración y también es más potente.
Duración de acción de la insulina glargina
La
insulina glargina presenta una duración de acción prolongada de hasta 18-24h, por lo que se administra una vez al día. Se puede emplear a cualquier hora del día, pero siempre a la misma hora.
En caso de que haya
hipoglucemias nocturnas es preferible administrarla por la mañana. De ahí la comodidad y seguridad que proporciona a los médicos a la hora de iniciar tratamientos.
El mecanismo de acción de la
glargina, depositándose en el tejido subcutáneo y liberándose de forma continuada, asemeja a la
secreción fisiológica de la insulina humana, de forma que la aparición de
hipoglucemias es muy poco frecuente, por lo que el control de la
diabetes se consigue de una forma más estable.
Manejo de la diabetes
Se debe intentar manejar la
diabetes con
insulina endógena junto con antidiabéticos orales (ADOS). La
insulina glargina sintética entraría en juego cuando al paciente le falte la endógena o no produzca la suficiente insulina endógena para controlar la glucemia con ADOS.
La
insulina glargina se emplea en el tratamiento de la diabetes tipo 1. Es su tratamiento de elección. En algunos casos, debe ir acompañada de una insulina de acción corta.
También se emplea para tratar a las personas con diabetes tipo 2 y en diabetes gestacional.
Mientras esté en tratamiento con
insulina debe seguir su dieta indicada por su médico y hacer ejercicio periódicamente.
También se recomienda el uso moderado de alcohol y siempre junto con comida, ya que el alcohol puede ocasionar una disminución importante en los niveles de glucosa en sangre.
Interacciones
Hay que tener en cuenta que la
insulina interacciona con algunos medicamentos. No se debe tomar ninguno nuevo sin consultar antes al médico o al farmacéutico.
Reducen el efecto hipoglucemiante los corticoesteroides, danazol, diazóxido, diuréticos, glucagón, isoniacida, estrógenos y progestágenos, derivados de la fenoticina, somatotropina, simpaticomiméticos (p.ej., adrenalina, salbutamol, terbutalina) y hormonas tiroideas.
Por el contrario, potencian el efecto hipoglucemiante los antidiabéticos orales, inhibidores de la enzima conversora de la angiotensina, disopiramida, inhibidores de la monoaminooxidasa, disopiramida, fibratos, fluoxetina, pentoxifilina, propoxifeno, salicilatos, antibióticos tipo sulfamidas.
La
insulina glargina está prohibida en el deporte de competición y puede dar positivo en un control de dopaje.
Evidencia clínica de la insulina glargina
Los ensayos clínicos que han comparado la
insulina glargina administrada a la hora de acostarse con la
insulina NPH, administrada tanto una como dos veces al día, han demostrado que la
glargina produce valores de glucemias en ayunas menores y menos episodios hipoglucémicos que en los pacientes tratados con
insulina NPH.
La disminución del número de
hipoglucemias es una constante en los estudios realizados en
diabéticos tipos 1 y 2, sobre todo los episodios hipoglucémicos nocturnos son menos frecuentes en comparación con NPH.
Para la elaboración de este artículo se ha contado con la colaboración de los doctores especialistas en Atención Primaria José Manuel Krivocheya Montero, Carlos Manuel Martin Nicas, José Carlos Fernández García y Salvador Ballesteros Riveros, de Sevilla; Francisco José Fernández García, Rafael Delgado Márquez, Francisco-Rodríguez Díaz, José Salama Bernal y Ángel Emilio García Arjona, de Málaga, y Juan Manuel Rodríguez Vergara, Juan Antonio Carrillo Luna y Antonio Mateo Baco.