La insulina glargina, al ser de acción prolongada, se administra una sola vez al día, a cualquier hora, pero siempre más o menos a la misma hora.
21 de diciembre 2020. 8:32 am
La presentación de la insulina glargina es una solución que se inyecta por vía subcutánea una vez al día. Se debe hacer a la misma hora todos los días. La insulina glargina en 5 plumas, de 3 ml cada una, corresponde cada una a 100…
La presentación de la insulina glargina es una solución que se inyecta por vía subcutánea una vez al día. Se debe hacer a la misma hora todos los días.
La insulina glargina en 5 plumas, de 3 ml cada una, corresponde cada una a 100 UI de insulina glargina y una pluma a 300 UI de insulina glargina. Por su parte, un vial de 100 UI/ml de 5 ml de solución inyectable (500 UI) o de 10 ml de que corresponde a 1000 unidades.
La frecuencia de administración recomendada es de una dosis al día, preferentemente por la noche. Se debe tener en cuenta que es una dosis individual y se debe ajustar en función del paciente, preferentemente siempre a la misma hora del día.
Localización de la administración
Como su forma de administración es subcutánea, hay que indicarle al paciente que en los sitios donde se administre deben rotarse entre sí. Es recomendable evitar inyectarse en el mismo lugar con una frecuencia de cambio de entre 1 a 2 semanas.
La pluma precargada administra insulina en incrementos de unidad hasta un máximo de dosis única de 80 unidades. La pauta posológica, tanto dosis como horario, se debe ajustar de manera individual. Nunca deberá administrarse en caso de hipoglucemia o si los niveles de glucosa en sangre son bajos.
Acción prolongada
Hay que recordar que la insulina glargina se clasifica como insulina de acción prolongada. Tras su administración, el comienzo de acción se manifiesta después de 1-3 horas y se mantiene durante aproximadamente 24 horas. Por eso, debe aplicarse a la misma hora todos los días sin aumentar ni disminuir la dosis y la frecuencia indicada por el médico.
Si la presentación es en jeringas dosificadoras, el paciente tiene que leer y entender las instrucciones del fabricante. Es importante que la enfermera le muestre al paciente cómo usar la jeringa dosificadora.
Establecer la pauta
La pauta habitual es ajustar la dosis de forma individual dependiendo de las necesidades del paciente, administrándose en una sola dosis diaria, siempre a la misma hora. Es necesario revisar siempre la insulina glargina antes de inyectársela. Debe ser transparente e incolora. Si tiene color, está turbia o contiene partículas sólidas no se debe usar. Tampoco si se ha pasado la fecha de vencimiento indicada en el envase. Puede inyectarse la insulina glargina en la parte superior del brazo, el muslo o el abdomen. Nunca en una vena o músculo.
Para la elaboración de este artículo se ha contado con la colaboración de los doctores Erika López Moreno, Pedro Fernández López, José Miguel Fernández Rodríguez y Eva Felisa Sánchez Jiménez; los médicos de familia Jordi Brunet, Jordi Nicolau, Jordi Aparicio, María Teresa Portales y Ernesto Ruvira; Fernando Hernández Menarguez, Vicente Nohales Requena y el endocrinólogo Emilio Sánchez Navarro, y Jose Ramón Quintana Díaz, del Centro de Salud Sama, Langreo; Ana Rosa Gutiérrez Rodríguez, del Centro de Salud La Ería, y Lourdes Herrero Herrero, del Centro de Salud La Lila, ambos en Oviedo; los médicos de Familia David Fernande Olarte, Fuad Bitar Mamich y José Ángel Hernández Delgado, del Centro de Salud Polígono Norte, y Lorena Campos Lobato, Jesús Palomo del Arco, Manuel Vicente Arroyo y Ana María Rodríguez Medina.