El desarrollo tecnológico de los últimos años ha alcanzado un ritmo frenético. Nuevos equipamientos y herramientas surgen continuamente, revolucionando múltiples aspectos de nuestras vidas. El cuidado de la salud y las ciencias de la vida es uno de los ámbitos en los que todas estas innovaciones están teniendo un mayor impacto, transformando la forma de entender la atención sanitaria e introduciendo cambios que plantean un horizonte donde la medicina personalizada y el uso de la inteligencia artificial se prevén claves fundamentales.
El edificio histórico de la Llotja de Mar en Barcelona acogió durante el miércoles 17 de mayo la primera edición del
‘Health Revolution Congress’, impulsado por el
Barcelona Health Hub y que ha reunido a 60 ponentes internacionales y 1.500 congresistas que han estado hablando y atendiendo a las cuestiones más relevantes sobre la innovación digital en el mundo hospitalario y el sector farmacéutico, así como sobre la necesidad de desarrollar nuevas soluciones tecnológicas que resuelvan los retos a medio y largo plazo de la salud.
La inteligencia artificial como herramienta para la sostenibilidad
Sin duda, uno de los cambios más significativos recientemente es el gran crecimiento que ha tenido la inteligencia artificial, que ha pasado de ser una promesa para convertirse en toda una realidad. Son múltiples los campos en los que se está empleando ya en el sector de la salud, ayudando entre otras cuestiones a realizar
diagnósticos cada vez más precisos o incluso sirviendo
como elemento predictivo. “Estamos viendo su gran potencial pero todavía necesitamos más tiempo para desarrollarla. Aunque es indudable que con ella será posible mejorar la salud de las personas”, ha explicado en una de las charlas del congreso César Velasco, director de Innovación y Estrategia Digital de AstraZeneca.
Velasco apuntó cómo actualmente en la compañía farmacéutica se está utilizando ya la inteligencia artificial para ayudar en el
reclutamiento de pacientes para los ensayos clínicos que se llevan a cabo y que está permitiendo también realizar diagnósticos cada vez más rápidos. “Pero todavía tenemos que trabajar para conseguir llevar todas estas soluciones al sector biomédico de una forma más rápida e implementar toda esta innovación”.
Por su parte, Cristian Pascual, presidente de Barcelona Health Hub, ha destacado la gran importancia que tendrá en el futuro el uso de la inteligencia artificial en el campo del cuidado de la salud. “Sin duda, la inteligencia artificial y la telemedicina serán quienes tengan un mayor impacto en todo el ecosistema sanitario, permitiendo hacer un modelo más sostenible y ofreciéndonos herramientas que nos ayuden a ser más eficaces para poder en el futuro mantener el mismo nivel de atención que tenemos hoy en día”.
El gran potencial de ChatGPT
Desde hace tiempo la inteligencia artificial se está explorando en el campo de las ciencias de la salud, pero hasta ahora apenas se había rascado la superficie de todo su potencial desarrollando algoritmos específicos que eran capaces de ayudar en el diagnóstico de enfermedades concretas o generar modelos predictivos que ayudasen a anticiparse a crisis y problemas. Pero la irrupción de ChatGPT en los últimos meses ha supuesto una verdadera revolución, generando al mismo tiempo preocupación y admiración.
Nick van Therheyden, físico y consultor de ECG, tiene muy claro que
ChatGPT y la inteligencia artificial no son el enemigo. “Animo a todo el mundo a usarlo y experimentar con él porque tiene un gran potencial que nos va a permitir personalizar la medicina de una forma nunca vista. No es Skynet, sino una oportunidad”. Una muestra de la fascinación que ha creado esta herramienta es que ha necesitado tan solo
dos meses para alcanzar los 100 millones de usuarios, cuando Netflix ha necesitado diez años; Twitter, seis años y Gmail, cinco.
Durante su exposición, el físico experto también apuntó a la complejidad cada vez mayor de las herramientas de inteligencia artificial como
ChatGPT, apuntando cómo en su primera versión esta trabajaba con
117 millones de registros mientras que la tercera ya lo hacía con 175.000 millones. “Nos encontramos además que cada vez esta herramienta tiene una mayor capacidad de creación. En la última versión, sacada en marzo de este mismo año, ya ha empezado a utilizar imágenes y es capaz, por ejemplo, de distinguir cosas inusuales en una fotografía o incluso ser capaz de distinguir los elementos que la componen y ofrecernos una nueva manera de organización”.
En su ponencia, Therheyden también señaló el gran potencial que tienen estas herramientas, destacando cómo pueden ayudar en la habilitación del paciente mejorando su alfabetización sanitaria y la comprensión de los procesos sanitarios, ayudando en la personalización de los tratamientos y ofreciendo resúmenes y pruebas para los estudiantes de Medicina y residentes entre otras muchas cuestiones.
