La jubilación constituye, no sólo en los diabéticos, sino en todos los pacientes afectados por enfermedades crónicas, un importante punto de inflexión en diferentes aspectos del cumplimiento terapéutico. El paciente jubilado dispone de más tiempo libre y suele estar en una época de su vida con una situación socio familiar más descargada de tareas. En este contexto, el autocuidado y la preocupación por sus enfermedades, y en especial las crónicas, como es la diabetes mellitus tipo 2, es mucho mayor.
En líneas generales, dedican más tiempo a pasear y a observar su enfermedad. Los jubilados mayores de 70 tienen dificultad para controlar la dieta y cumplir el tratamiento por otros motivos asociados, como son las alteraciones en la vista, la pluripatología y la multimedicación.
Pero no hay que olvidar que hay otro grupo de pacientes jubilados que tienen otras cargas familiares, como es el cuidado de los nietos o ayudar económicamente a sus hijos, lo que no suelen mejorar en el control de su diabetes, ya que el estrés familiar influye negativamente en el buen cumplimiento del tratamiento.
También hay que contar con los pacientes que no son conscientes de su enfermedad y la importancia que tiene en conseguir una buena calidad de vida, estos pacientes nunca serán buenos cumplidores del tratamiento.
Y es que el paciente diabético jubilado se vuelve mucho más demandante de servicios, tanto de médico como de enfermera, y se preocupa más de conocer los aspectos y consecuencias de su enfermedad que puede mejorar. Tiene más tiempo y menos obligaciones. Todo esto hace que sea un paciente mucho mejor cumplidor que los más jóvenes en plena actividad laboral, aunque paradójicamente el hecho de presentar más comorbilidades puede que, al estar polimedicado, perjudique su cumplimiento.
Cumplimiento
Para facilitar el cumplimiento, es recomendable que la información aportada en la consulta sea sencilla y por escrito. Es fundamental que el paciente comprenda en qué consiste su enfermedad y a qué le puede llevar en no muchos años de evolución, con sus posibles complicaciones y empeoramiento de su calidad de vida.
Por eso, hay que implicarlo en el control de su enfermedad que el paciente asuma responsabilidades en un buen control. Debe ser consciente que el médico está para aconsejar y el paciente decide. Desde Atención Primaria además de controles analíticos, prescripción de tratamiento y explicación de su proceso, se llevan a cabo actividades de grupo para explicar dudas y aspectos importantes de el control y tratamiento de la diabetes tipo 2, que son de gran ayuda, ya que el paciente se identifica con un grupo y ve que hay más personas en su misma situación con sus mismas dudas y miedos.
Soledad
Hay que contar con la falta de apoyo de cuidador principal joven, con la disminución de la visión y su deterioro. El hecho de estar solo o con problemas de memoria o no tener un núcleo familiar sólido lo que puede llevar al incumplimiento terapéutico.
Por eso, la educación en diabetes, el control de las dietas, la organización de pastilleros desde la farmacia y implicación familia en tratamiento es clave en todo el manejo del paciente. Además, el papel de enfermería es fundamental en el buen control y cumplimiento terapéutico de los pacientes DM tipo 2 jubilados. El hecho de tener un profesional de referencia que está receptivo a sus dudas que le explica correctamente su proceso es de gran ayuda para estos pacientes, así como su farmacéutico habitual, en muchas ocasiones es a la persona a la que se dirigen para consultar dudas sobre los fármacos, efectos secundarios...
El apoyo familiar familiar es fundamental para estos pacientes, deben conocer la enfermedad y posibles complicaciones como una hipoglucemia y cómo actuar, esto es fundamenta. El que los pacientes jubilados sean mejor o peor cumplidores del tratamiento depende de muchos factores pero fundamentalmente del apoyo familiar y del personal sanitario, médicos y enfermeros.
Para la elaboración de este artículo se ha contado con la colaboración de los doctores Ramón Ángel de Juan Francés, Concepción Gasch Salvador, Ana Pérez Ferri, Juan José Ballester Baixauli, Francisco Javier Prados del Pino y Juan Pérez Verdu, de Alicante, y Beatriz Aracil Martínez, Salvador Pertusa Martínez, Estanislao Puig Agulló, Edgar Catena Carroz, Balbina Jara García y Miguel Ángel López Aranda.
La jubilación hace que el diabético se implique más en su autocuidado
Clara Simón
8 de mayo 2018. 1:31 pm