María Fernández, expresidenta de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (
semFYC), ha valorado la Sanidad y su especialidad en los últimos 40 años. Además, ha aportado su felicitación a la
revista EL MÉDICO por sus 40 años.
Con motivo del 40 aniversario de EL MÉDICO, ¿podría hacer un balance de su especialidad en estos últimos 40 años? ¿Qué logros se han conseguido?
El balance de la Medicina Familiar y Comunitaria de estos 40 años da para hablar durante mucho tiempo, de modo que probablemente me deje algo en el tintero. La Medicina Familiar y Comunitaria surge allá por los años 80 y ya entonces tuvimos que luchar mucho para conseguir una Atención Primaria basada en criterios de accesibilidad, longitudinalidad y de integralidad en los que el abordaje comunitario desde las familias fuese un hecho. Esa idea ha ido creciendo poco a poco hasta que pasó a ser una especialidad altamente reconocida fuera de nuestras fronteras. Así fue a pesar de que tuviéramos que batallar con algunos compañeros de viaje, no porque no fuesen adecuados en su formación, sino porque entendimos que la MFyC vía MIR era la forma más adecuada para optar a plazas que facilitaran una AP de calidad.
Respecto a SemFYC, lo que comenzó siendo la semilla de una sociedad de 2.000 socios ha llegado a ser una sociedad de alta proyección internacional. Se ha consolidado como la sociedad científica líder en el mundo sanitario referente de la Medicina de Familia y la AP, con 22.000 socios. Y eso tiene repercusión en la propia Medicina Familiar y Comunitaria porque hemos conseguido estar presentes en las decisiones de las administraciones sanitarias, aportando el punto de vista de los médicos. Y ahí surge el reconocimiento de la especialidad como única vía para realizar una formación específica en Medicina General en nuestro país, que comenzó a ser obligatoria a partir de enero de 1995 en toda la Unión Europea.
Se reconoció el título de médico especialista en MFyC y es el programa de formación especializada vía MIR la única vía de formación que permite ejercer en España en el Sistema Nacional Público. En 2002, además, el programa pasa de ser de tres a cuatro años vía MIR.
Sin embargo, en los últimos diez años, pese a las luchas e insistentes reivindicaciones por parte de los médicos de familia y pediatras, a través del Foro de AP, hemos visto como tras la COVID-19 se ha puesto sobre la mesa que esa realidad que estábamos anticipando era ya prácticamente imposible de salvar: la MFyC se está convirtiendo en una especialidad poco valorada y no deseada por los estudiantes de Medicina.
Actualmente, es difícil llevar a cabo una formación continuada, asistir a congresos; no hay suplentes, no tenemos los cupos adecuados para poder formar a nuestros residentes…
Es importante que se reconozca la relevancia e importancia de la MF ya desde la Universidad, por lo que deberíamos empezar a enseñar a nuestros estudiantes lo que es ser médico de familia con una visión de la Medicina más generalista. Y para ello necesitamos que se creen los departamentos en las universidades de España. Aunque no existe prácticamente en ninguna de ellas, sí existe como área de capacitación pero solo en algunas ocasiones impartida por médicos de familia propiamente dichos.
Con respecto a los logros, es reseñable que como sociedad hemos ido creciendo y extendiéndonos a lo largo de todo el panorama nacional, pero también a nivel internacional, hasta convertirnos en la sociedad científica líder en el mundo sanitario y referente en el ámbito de la MF y AP. Además, estamos cada vez más presente y somos referente para la administración sanitaria, con participaciones en el Congreso, el Senado, la Mesa de Reconstrucción durante la pandemia, en la que se ha escuchado la MF a través de semFYC.
Por otro lado, los médicos de familia hemos empezamos también a ser referentes a la hora de la cronicidad en un mundo cuyo futuro va a necesitar de mayor atención a una población más envejecida, con mucho paciente crónico donde la interrelación entre la continuidad asistencial y el hospital es prioritaria.
Otro de los logros semFYC ha sido impregnar los centros de salud y la MF con la investigación. Somos pioneros en proyectos europeos y también en becas para fomentar la investigación en este primer nivel, algo que creemos que es muy relevante.
Por otro lado, tenemos unos valores que nos llevan a trabajar de forma independiente de la industria farmacéutica. Y esa independencia se mantiene en el contenido de nuestros cursos y la formación que damos a todos nuestros socios. Eso no significa que no exista relación con la industria. Todo lo contrario: entendemos que el papel de la industria es muy importante en el mundo sanitario, pero siempre basándose en la evidencia científica.
¿Qué ha aportado EL MÉDICO al panorama sanitario?
El MÉDICO nos ha estado acompañando en el crecimiento de la especialidad y nos ha ayudado a que ese prestigio se hiciera visible a través de sus páginas. Por otro lado, en cuanto al reconocimiento como sociedad, esta Revista nos ha ido apoyando, publicando nuestras actividades y participado en algún curso.
Los medios de comunicación que trabajan en el sector sanitario tienen mucho que decir para poner en valor las acciones que las especialidades realizan, así como para darlas a conocer a los trabajadores del sistema sanitario.
Felicitación a la Revista EL MÉDICO
Quiero felicitar a la Revista El MÉDICO por su trabajo durante todos estos años, así como por poner en valor la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria, algo que todavía necesitamos que sea más efectivo dada la situación en la que nos encontramos. También por el trabajo que ha estado haciendo junto con semFYC, trasladando todo el trabajo que hemos estado realizando.
