Ricard Ferrer, presidente de la SEMICYUC, comenta que los profesionales del paciente crítico han respondido “con resiliencia, profesionalidad y gran vocación de servicio público”
La Medicina Intensiva ha hecho balance de un año “de excelencia frente al coronavirus”. Así lo ha indicado Ricard Ferrer, presidente de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC). “Este año hemos asumido el mayor reto de nuestra historia como intensivistas….
La Medicina Intensiva ha hecho balance de un año “de excelencia frente al coronavirus”. Así lo ha indicado
Ricard Ferrer, presidente de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC). “Este año hemos asumido el mayor reto de nuestra historia como intensivistas. Las UCI han sido uno de los puntos donde más ha impactado la pandemia y los profesionales del paciente crítico han sabido responder con resiliencia y profesionalidad, con gran vocación de servicio público”.
Más de 27.500 personas han ingresado en una UCI por causas directas de la COVID-19 en España, según datos del Ministerio de Sanidad. Desde el inicio de la pandemia, según ha recordado la
SEMICYUC, “los jefes de servicio de Medicina Intensiva se reunían cada semana en videoconferencias para consensuar los protocolos clínicos”. “Esta rápida acción permitió trazar las líneas del Plan de Contingencia en las UCI frente al coronavirus, primero; y el Plan de Desescalada, después; lo que hizo posible, por primera vez, que todas las UCI trabajaran como una sola”.
Nuevo conocimiento científico de la Medicina Intensiva
“Hemos generado nuevo conocimiento científico a través de nuestro registro propio y de
registros multidisciplinares como CIBERESUCICOVID. Además, hemos participado en el desarrollo clínico de diversos tratamientos para la COVID-19. Asimismo, hemos trasladado este conocimiento a una práctica clínica en mejora constante, que se traduce en una reducción progresiva de la mortalidad de los pacientes más críticos”, ha explicado Ricard Ferrer.
En el plano más humano, el presidente ha hablado de las circunstancias especiales vividas en las UCI durante el último año. “La adopción de nuevas tecnologías como las videollamadas ha facilitado la comunicación con las familias y los seres queridos. Fue muy emocionante ver cómo los profesionales cedían sus propios dispositivos cuando no había otros. Cuando desgraciadamente había un fallecimiento, habilitamos circuitos de acompañamiento para los pacientes COVID-19”, ha añadido.