Actualmente se puede detectar una célula maligna entre el análisis de 10.000, pero el objetivo es llegar a detectar una célula enferma entre 100.000 o un millón
15 de octubre 2018. 2:30 pm
El estudio del inmunofenotipo, la PCR, y nuevas técnicas de secuenciación están cambiando la perspectiva de la enfermedad mínima residual, en patologías mieloma, leucemia linfoblástica y leucemia mieloide crónica. Así se ha dado a conocer en la reunión conjunta con la European Hematology Association (EHA)…
El estudio del inmunofenotipo, la PCR, y nuevas técnicas de secuenciación están cambiando la perspectiva de la enfermedad mínima residual, en patologías mieloma, leucemia linfoblástica y leucemia mieloide crónica. Así se ha dado a conocer en la reunión conjunta con la European Hematology Association (EHA) y la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), durante el LX Congreso Nacional de la SEHH. En concreto, Jesús Mª Hernández Rivas, del Servicio de Hematología del Hospital Clínico Universitario de Salamanca aportaba que el principal cambio se ha operado gracias a la biopsia líquida, que en realidad más de 20 años usándose en el ámbito de la Hematología. Así, actualmente “podemos detectar una célula maligna entre el análisis de 10.000, pero el objetivo es llegar a detectar una entre 100.000 o un millón”.
Esto supone que la utilización de la nueva tecnología de secuenciación permitirá conocer sí existe enfermedad mínima residual, lo que facilitará tomar decisiones terapéuticas que eviten recidivas y controlar mejor la enfermedad. Aunque antes de poder utilizar esta tecnología en la clínica, hay que validarla para conocer exactamente su significado clínico.
Donante alternativo
Otra de las cuestiones abordadas en este foro ha sido el cambio de concepto en cuanto al denominado donante alternativo. Desde hace tiempo, para el trasplante de progenitores hematopoyéticos (TPH) el donante estándar ha sido uno con HLA idéntico (familiar o no familiar), considerando alternativos cualquier otro que no fuera totalmente idéntico. Entre éstos, se pueden encontrar donantes familiares o no familiares con alguna disparidad HLA, unidades de sangre de cordón umbilical (SCU) o los donantes haploidénticos. Sin embargo, tal y como detalla Jorge Gayoso, de la Organización Nacional de Trasplantes, “el concepto de donante alternativo está cambiando y debemos referirnos a él cuando estamos ante los que no son de uso habitual en nuestra práctica o donde los resultados esperables no sean los que obtendríamos con un donante estándar”.
Sobre esta cuestión existen evidencias de registros y centros con experiencia que muestran que los que antes se podían considerar como donantes alternativos (donantes con diferencias HLA, haploidénticos y SCU) pueden ofrecer resultados equiparables siempre que el estado de control de la enfermedad sea comparaba. De esta forma se concluye que en la actualidad, cualquier paciente que necesite un TPH puede tener donante y encontrarlo a tiempo adecuado para el mejor control de su enfermedad.