La obesidad es un problema de Salud Pública. Antes de la COVID-19, la OMS la consideraba como la pandemia del siglo XXI. Uno de los grandes hándicaps que presenta es que no todos reconocen que la obesidad es una enfermedad. A veces se banaliza y otras se estigmatiza. Esta circunstancia es aún más grave cuando se produce en el ámbito sanitario.
Para dar respuesta a dicha situación, la Fundación Humans, con la colaboración de Novo Nordisk, ha elaborado el
Informe HASPO: Humanización de la Atención Sociosanitaria a la Persona que vive con Obesidad, que se presenta hoy en la Real Academia de Medicina de Madrid.
En palabras de Julio Zarco, presidente de la Fundación Humans y director gerente del Hospital Infantil Universitario Niño Jesús, de Madrid, “el informe pretende diseñar una hoja de ruta para implementarla y ver el impacto positivo que tiene en la persona con obesidad y su familia”.
Se trata de un documento elaborado por un comité de expertos de diferentes profesionales que están en contacto con la obesidad, como especialistas en Endocrinología, Medicina Interna, Nutrición, Atención Primaria, Ginecología, personal de enfermería, Psicología, asistentes sociales y expertos en deporte, sin olvidar y escuchar los testimonios de las personas que la padecen.
Líneas estratégicas
En dicho informe se proponen líneas estratégicas y acciones específicas para mejorar la humanización de la atención sociosanitaria a las personas con obesidad.
No se habla tratamiento de la obesidad, “sino de aspectos que no se tienen en cuenta al abordarla, como el psicológico, sexual, educación, sociales…todas las caras que no se contemplan en el abordaje de la obesidad”, añade Zarco.
Para Ana Zugasti, especialista en Endocrinología y Nutrición y jefa de la Sección de Nutrición Clínica en el Hospital Universitario de Navarra, una de las cosas importantes del informe es que se recoge la nueva definición de la obesidad, que estableció en 2017 la Asociación Americana de Endocrinología: la considera una enfermedad crónica basada en la adiposidad. En 2020, la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición la adoptó.
La endocrinóloga destaca la importancia de poner de manifiesto la cronicidad y la adiposidad. Hay que establecer formas eficaces de medirla, ya que el IMC no tiene en cuenta la distribución de la grasa. Se puede establecer el perímetro de la cintura, “que sí que es un marcador pronóstico de enfermedades asociadas a la obesidad”.
Lo que pesan las cifras
Unos 650 millones de personas en el mundo tienen obesidad y 200 complicaciones asociadas a la obesidad, enfermedad que tiene una afectación a nivel psicológico y de calidad de vida.
A esto hay que añadir la alta carga económica, que se cifra en 9,7% del gasto sanitario. Pero por cada euro invertido en prevención de la obesidad se ahorrarían hasta 6 euros. De ahí la importancia de la prevención desde los distintos ámbitos: sanitario, social, familiar y educativo.
Estigmatización
Por su parte, Fernando Fernández Aranda, especialista en Psicología Clínica y director de la Unidad de Trastornos Alimentarios en el Hospital Universitario de Bellvitge-IDIBELL, indica que hay que poner sobre la mesa las necesidades reales de cada paciente, puesto que hay una multicausalidad y aspectos que inciden a distinto nivel.
El informe incide en aspectos ocultos de la obesidad, como es la estigmatización, un aspecto no considerado en un entorno sanitario, pero sí escolar. Hay que valorar qué tipo de factores que están incidiendo, por ejemplo en su salud mental.
El especialista recuerda que hay poca investigación en obesidad, pero se trata de una enfermedad o enfermedades que inciden en la población en edades tempranas y que lastran la vida de la persona y su familia. “No se ponen en marcha las medidas para ser atajadas e investigadas”, apunta.
Papel del paciente
En la elaboración del informe los pacientes han tenido un papel protagonista. Así lo destaca Federico Luis Moya, paciente y director ejecutivo de la Asociación Bariátrica Híspalis Nacional, Asociación de Pacientes Bariátricos y Obesidad (ABHíspalis Nacional) quien señala que “es la primera vez que nos sentamos en una mesa los pacientes. Una persona que vive con obesidad será siendo obeso toda su vida. Se trata de una enfermedad crónica y multifactorial que presenta estigmatización tanto social como profesionales de la salud”.
Todos los participantes en la presentación coinciden al señalar la necesidad de un abordaje multidisciplinar de la obesidad, en el que el paciente y su familia sea el centro. Hay que trabajar en procesos asistenciales coordinados con una continuidad asistencial.