La Organización Médica Colegial (OMC) ha solicitado más implicación tanto al Ministerio de Sanidad como a los 17 servicios autonómicos de salud para trabajar en la erradicación de las agresiones a médicos y, en general, de los profesionales sanitarios. El presidente de la corporación, Serafín Romero, ha destacado “el impresionante esfuerzo” realizado desde el Ministerio de Interior “para intentar reducir la violencia contra los profesionales del entorno sanitario”. “Es necesario que las Administraciones sanitarias autonómicas den un paso adelante. El Ministerio del Interior ha desplegado un protocolo en todo el país, pero es importante que las CC.AA su sumen a este carro. Quiero enviar un mensaje a las CC.AA: es necesario que hagamos el camino juntos, porque llegaremos más lejos. Tenemos que intentar evitar que se produzca ninguna agresión en el ámbito sanitario”.
“Pedimos que se haga viral el acuerdo firmado entre el Ministerio de Sanidad y el Ministerio del Interior. Hace falta que se impliquen tanto el Ministerio como los 17 servicios de salud. De hecho, vamos a hacer un seguimiento con la realización de un mapa para saber si se están cumpliendo las normativas sobre seguridad en los centros públicos y privados”, ha añadido Serafín Romero.
La Secretaría de Seguridad del Ministerio del Interior puso en marcha la Instrucción 3/2017, que recoge la figura del Interlocutor Policial Sanitario. Además, la OMC sigue trabajando para conseguir que las agresiones sean consideradas delito de atentado, tanto en el ámbito público como en el privado.
Necesidad de unificar criterios
Por su parte, José Alberto Becerra, coordinador del Observatorio de Agresiones de la OMC, ha analizado las principales conclusiones, y ha avanzado su intención de “unificar criterios” con las CC.AA para próximas ediciones de este informe.
Asimismo, Juan Manuel Garrote, secretario general de la OMC, ha detallado algunos datos relevantes del Observatorio durante 2017. En total, se registraron 515 casos de violencia durante el año pasado, de los que el 12 por ciento conllevaron lesiones; un 32 por ciento, insultos, y el 56 por ciento, amenazas. Desde la entidad colegial se pregunta cuántas más agresiones se habrán producido sin visibilidad: “Es la punta del iceberg”, ha asegurado el Dr. Garrote. Esta falta de visibilidad se hace más evidente en el colectivo de Enfermería, como ha señalado Diego Ayuso, del Consejo General de Enfermería.
Más frecuente en el sector público
El 52 por ciento de las agresiones a médicos fueron sufridas por mujeres, un 6 por ciento menos que en 2016. El Dr. Garrote ha destacado que la profesión médica está “muy feminizada”, sobre todo entre los más jóvenes. Además, el 87 por ciento de las agresiones se han producido en el sector público, un porcentaje similar al del año anterior. Del total, un 53 por ciento de las agresiones denunciadas se produjeron en Atención Primaria, y el 21 por ciento, en hospitales. “Donde más se agrede es en Urgencias de Atención Primaria, y a continuación, en Urgencias Hospitalarias, y, en tercer lugar, en Atención Primaria”, ha puntualizado Juan Manuel Garrote. Respecto al agresor, el 59 por ciento de las veces es el propio paciente, si bien “sorprendentemente” en el 41 por ciento de los casos el violento es el acompañante, ha dicho el secretario general de la OMC y responsable del Observatorio ante la Asamblea General.
El 51 por ciento de los agredidos ha recibido apoyo o asesoramiento por parte de la empresa durante 2017, en parte “gracias a la concienciación” que se ha hecho desde la OMC, ha destacado Juan Manuel Garrote. El 60 por ciento de los médicos ha presentado una denuncia, y, según las resoluciones judiciales, 43 han sido condenatorias, 8 absolutorias y en cuatro casos se ha llegado a un acuerdo.
Formación y técnicas de comunicación
En la presentación de los datos del Observatorio han intervenido diversos representantes de la Policía Nacional y la Guardia Civil. Por ejemplo, el comisario Javier Galván, interlocutor policial de la Policía Nacional, ha comentado que no solo se trata de poner un miembro de seguridad en cada centro sanitario, sino “mucho más”, como realizar actividades formativas, técnicas de comunicación, conseguir el consenso con otras Administraciones, etc. También se ha hablado de la posibilidad de instalar, en función de las necesidades, de circuitos cerrados de televisión en los centros sanitarios, facilitar un ‘botón del pánico’, reforzar la presencia de agentes de seguridad, etc., si bien todas estas iniciativas ya dependen del esfuerzo que realicen los diferentes servicios autonómicos de salud.
La Secretaría de Seguridad del Ministerio del Interior puso en marcha la Instrucción 3/2017, que recoge la figura del Interlocutor Policial Sanitario. Además, la OMC sigue trabajando para conseguir que las agresiones sean consideradas delito de atentado, tanto en el ámbito público como en el privado.
Necesidad de unificar criterios
Por su parte, José Alberto Becerra, coordinador del Observatorio de Agresiones de la OMC, ha analizado las principales conclusiones, y ha avanzado su intención de “unificar criterios” con las CC.AA para próximas ediciones de este informe.
Asimismo, Juan Manuel Garrote, secretario general de la OMC, ha detallado algunos datos relevantes del Observatorio durante 2017. En total, se registraron 515 casos de violencia durante el año pasado, de los que el 12 por ciento conllevaron lesiones; un 32 por ciento, insultos, y el 56 por ciento, amenazas. Desde la entidad colegial se pregunta cuántas más agresiones se habrán producido sin visibilidad: “Es la punta del iceberg”, ha asegurado el Dr. Garrote. Esta falta de visibilidad se hace más evidente en el colectivo de Enfermería, como ha señalado Diego Ayuso, del Consejo General de Enfermería.
Más frecuente en el sector público
El 52 por ciento de las agresiones a médicos fueron sufridas por mujeres, un 6 por ciento menos que en 2016. El Dr. Garrote ha destacado que la profesión médica está “muy feminizada”, sobre todo entre los más jóvenes. Además, el 87 por ciento de las agresiones se han producido en el sector público, un porcentaje similar al del año anterior. Del total, un 53 por ciento de las agresiones denunciadas se produjeron en Atención Primaria, y el 21 por ciento, en hospitales. “Donde más se agrede es en Urgencias de Atención Primaria, y a continuación, en Urgencias Hospitalarias, y, en tercer lugar, en Atención Primaria”, ha puntualizado Juan Manuel Garrote. Respecto al agresor, el 59 por ciento de las veces es el propio paciente, si bien “sorprendentemente” en el 41 por ciento de los casos el violento es el acompañante, ha dicho el secretario general de la OMC y responsable del Observatorio ante la Asamblea General.
El 51 por ciento de los agredidos ha recibido apoyo o asesoramiento por parte de la empresa durante 2017, en parte “gracias a la concienciación” que se ha hecho desde la OMC, ha destacado Juan Manuel Garrote. El 60 por ciento de los médicos ha presentado una denuncia, y, según las resoluciones judiciales, 43 han sido condenatorias, 8 absolutorias y en cuatro casos se ha llegado a un acuerdo.
Formación y técnicas de comunicación
En la presentación de los datos del Observatorio han intervenido diversos representantes de la Policía Nacional y la Guardia Civil. Por ejemplo, el comisario Javier Galván, interlocutor policial de la Policía Nacional, ha comentado que no solo se trata de poner un miembro de seguridad en cada centro sanitario, sino “mucho más”, como realizar actividades formativas, técnicas de comunicación, conseguir el consenso con otras Administraciones, etc. También se ha hablado de la posibilidad de instalar, en función de las necesidades, de circuitos cerrados de televisión en los centros sanitarios, facilitar un ‘botón del pánico’, reforzar la presencia de agentes de seguridad, etc., si bien todas estas iniciativas ya dependen del esfuerzo que realicen los diferentes servicios autonómicos de salud.