El
Congreso SEOM2021 virtual ha abordado, entre otras muchas cuestiones la realidad de la Oncología de Precisión o los problemas en relación a la Farmacoeconomía. En concreto, Francisco Ayala de la Peña, jefe de Sección del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Morales Meseguer de Murcia, aportaba una
visión crítica respecto a la Oncología de Precisión. “Nos falta mucha precisión y muchas certezas en muchos aspectos”, argumentaba.
Según el experto, hay que reconocer los grandes avances realizados en los tratamientos. Estos están “más dirigidos y con un punto de vista más molecular de la enfermedad”. Sin embargo, “hay que poner de manifiesto que
es una visión que tiene limitaciones importantes hoy en día. Y
tampoco es aplicable a muchos pacientes oncológicos que se siguen tratando con las técnicas y métodos que venimos usando, como quimioterapia, tratamiento hormonal…”, advierte.
Por otra parte, subraya que, en ese desarrollo tan rápido, “ha habido algunos problemas metodológicos que hacen que estemos valorando igual estrategias de tratamiento que han sido muy buenas y han tenido excelentes resultados con otras que no son tan provechosas. Y que,
con el rótulo de medicina de precisión, pasan por buenas sin serlo”.
La Farmacoeconomía en la Oncología de Precisión
Por otra parte, en la implantación de la Oncología de Precisión el coste de las terapias es un factor a tener en cuenta. A este respecto, Álvaro Rodríguez-Lescure, presidente de SEOM, recalcaba que la Farmacoeconomía “es un problema muy importante, que hace que
los oncólogos debamos formarnos en toxicidades, en biomarcadores y estudios de la vida real”.
Aportaba más información Fernando Ignacio Sánchez Martínez, profesor del departamento de Economía Aplicada de la Universidad de Murcia. “Los pacientes oncológicos tienen, en muchos casos, una reducida expectativa de vida y una baja calidad de vida. Y, por otro lado,
los tratamientos suelen tener una efectividad limitada, tanto en términos de supervivencia como de calidad de vida y están sujetos a una gran incertidumbre”, recordaba.
Estas circunstancias hacen que, cuando se aplican las técnicas de evaluación económica estándar, es difícil que un nuevo tratamiento contra el cáncer resulte ser coste-efectivo. Por ello, concluía que los avances desde el punto de vista metodológico han tratado de considerar de una manera singular estos avances y a estos pacientes. Así, “se han introducido
argumentos de equidad que hacen que se valoren más los beneficios de salud que perciben este tipo de pacientes o que se consiguen con este tipo de tratamientos”. Todo ello con el objetivo de dar una consideración especial a la salud que se gana con estos tratamientos.