El estreñimiento es una patología frecuente que aumenta su incidencia por el estilo de vida sedentario. La pandemia ha retrasado su diagnóstico como consecuencia de la reducción de las visitas presenciales
12 de noviembre 2021. 12:52 pm
Durante la pandemia, la principal barrera para el diagnóstico del estreñimiento en Atención Primaria ha sido la dificultad de acceso presencial a la consulta y el miedo del paciente a acudir a centros sanitarios. Además, en las consultas se encuentran con factores presentes ya antes…
Durante la pandemia, la principal barrera para el diagnóstico del estreñimiento en Atención Primaria ha sido la dificultad de acceso presencial a la consulta y el miedo del paciente a acudir a centros sanitarios.
Además, en las consultas se encuentran con factores presentes ya antes de la pandemia, como son que el tema de la defecación para algunas personas sigue siendo difícil de comentar y la subjetividad en cuanto a los síntomas.
Se trata de una patología muy frecuente que aumenta su incidencia por el estilo de vida sedentario, nivel socioeconómico bajo, embarazo y enfermedades que alteran la motilidad gastrointestinal, tales como ERGE, síndrome de colon irritable y dispepsia funcional.
El paciente puede considerarlo como parte normal de su día y no consultarlo a no ser que le cause enfermedades secundarias como hemorroides o fisuras.
Diagnóstico
Para hacer el diagnóstico del estreñimiento, el primer paso es la anamnesis detallada sobre el estilo de vida, en el que se incluye el tipo de dieta, ingesta de agua, actividad física…y los fármacos que está tomando.
Es importante conocer la historia personal y familiar de estreñimiento, neoplasias, patologías concomitantes y estado psíquico. Se debe interrogar sobre el hábito intestinal, haciendo hincapié en la frecuencia y consistencia de las deposiciones, sensación de evacuación incompleta y esfuerzo excesivo.
En la exploración física, se recomienda percutir y palpar abdomen. Se pueden palpar heces en el cuadrante ínfero-abdominal derecho e izquierdo. Hay que descartar la presencia de masas.
Exploraciones
Con la inspección anal se pueden detectar fisuras o hemorroides externas, que pueden ser la causa o la consecuencia del estreñimiento.
Mediante el tacto rectal se comprueba la consistencia de las heces y si hay impactación fecal, la presencia de masas no fecales, hemorroides, tumores, prolapsos, sangrados y tono del esfínter anal. Si el reflejo de contracción del esfínter anal externo está ausente, hay que sospechar una neuropatía.
La anamnesis y la exploración física ayudan a identificar las patologías o fármacos causantes del estreñimiento y permiten conocer si existen criterios de alarma.
Un cambio en el hábito intestinal repentino, sin causa aparente que lo justifique, es motivo de estudio para descartar enfermedad orgánica. El diagnóstico de estreñimiento funcional debe ser considerado después de haber descartado organicidad.
Visitas telemáticas
El cambio del tipo de visita presencial a telemática, a consecuencia de la pandemia, ha supuesto un gran trabajo de reclasificación de los pacientes para perfilar bien los que se pueden beneficiar de la telemedicina y diferenciarlos de otros que, por sus características, precisarán una visita médica presencial que puede ir asociada o no a pruebas diagnósticas.
El tipo de patología del paciente y los síntomas que refiere detectados en la visita telemática son las herramientas que permiten determinar el plazo aconsejable para programar la visita presencial con mayor o menor urgencia.
Una visita telemática permitirá aconsejar a los pacientes con defecación obstructiva para aliviar sus síntomas, con cambios dietéticos o suplementación con fibra según los casos.
Manejo del estreñimiento
Entre las primeras recomendaciones para manejar el estreñimiento está realizar una dieta equilibrada que incluya abundante fibra: salvado, cereales, fruta fresca y verduras, beber abundantes líquidos y hacer ejercicio regularmente.
Si no hay respuesta al cambio en el estilo de vida en general, se debe optar en primer lugar por laxantes que incrementan el bolo intestinal y posteriormente si no son eficaces estos, optar por laxantes osmóticos, como el Casenlax.
Una revisión concluye que el polietilenglicol obtuvo mejores resultados que la lactulosa en cuanto a número de deposiciones a la semana, consistencia de las heces, mejoría del dolor abdominal y necesidad de otros fármacos.
Estreñimiento agudo
En el estreñimiento agudo se deben emplear laxantes durante un periodo corto de tiempo. En pacientes con estreñimiento crónico que no respondan a los cambios en el estilo de vida se emplearán laxantes como tratamiento de base, no se recomiendan enemas, ni supositorios ni maniobras manuales.
Hay que recordar que la indicación de los laxantes debe realizarse con el objetivo de resolver las necesidades específicas de cada tipo de estreñimiento. Los que aumentan la consistencia del bolo fecal para los pacientes que tomen poca fibra en su dieta, los que disminuyen la consistencia de las heces cuando estas son muy duras y los estimulantes para los que presentan disminución de la motilidad intestinal.