La Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP) demanda que en la accesibilidad a los tratamientos disponibles establezcan unos criterios de priorización transparentes
La Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP) solicita a prioridad en el acceso de los antivirales orales, para hacer frente a la infección por SARS-COV-2, a los pacientes inmunodeprimidos. Y lo hace tras hacerse público que el Gobierno español ha comprado 334.000 dosis de dos antivirales…
La Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP) solicita a prioridad en el
acceso de los antivirales orales, para hacer frente a la infección por SARS-COV-2, a los pacientes inmunodeprimidos. Y lo hace tras hacerse público que el Gobierno español ha comprado
334.000 dosis de dos antivirales orales, de las que 11.900 unidades ya están disponibles.
Desde la Plataforma señalan que la limitación de estos nuevos tratamientos disponibles hace necesario establecer unos criterios de acceso precoz a los mismos. En este sentido, la Agencia Española del Medicamento y productos Sanitarios (AEMPS) ha publicado un documento de priorización. En el mismo considera aspectos como la gravedad y/o el riesgo de complicaciones, la respuesta a los tratamientos disponibles y el beneficio esperable.
Tal y como afirma la presidenta de la POP, Carina Escobar, “tenemos que proteger a la población más frágil de una manera efectiva”. De esta forma, el objetivo es llegar a tiempo con el fin de evitar más pérdidas.' En concreto, en un colectivo como el de las
personas con enfermedades crónicas complejas que sufren inmunosupresión. Estos ya han demostrado poca respuesta a las vacunas para la COVID-19. “Para ellos es vital acceder a los antivirales a la mayor brevedad posible”.
Prioridad en el acceso de los antivirales
En la prioridad de acceso de los antivirales, cabe destacar asimismo la
vulnerabilidad de las personas mayores de 60 años. Especialmente, por su situación de enfermedades crónicas y la complejidad añadida por los años conviviendo con distintas patologías. Los datos indican que
el 89,5 por ciento de las personas con 65 años o más tiene alguna enfermedad o problema de salud crónicos. Esta cifra aumenta conforme aumenta la edad, llegando hasta el 96,5 por ciento para los mayores de 85 años. “Es importante que los mayores accedan a aquellos tratamientos que reduzcan el riesgo de sufrir la COVID-19 de manera grave”.
La llegada de estos tratamientos supone un nuevo paso en la lucha contra la enfermedad, que hasta ahora solo se estaba controlando preventivamente con las vacunas. “Los antivirales deben servir para fortalecer la protección de las personas vulnerables, es decir aquellas que, a pesar de las vacunas, aún tiene riesgo de desarrollar síntomas graves y que en este momento viven muy aislados ante el mayor riesgo si se contagian con el virus”, concluye Escobar.