Un estudio enmarcado dentro del proyecto PREDIMED-Plus apoya la asociación entre la
presencia de diabetes tipo 2 y la gravedad de los síntomas depresivos en adultos mayores con obesidad y síndrome metabólico. Este trabajo sugiere, además, un peor control metabólico a partir de niveles leves de la sintomatología depresiva a corto-medio plazo, influido por el índice de masa corporal y los hábitos de vida relacionados con el cuidado de la diabetes. Los resultados se han publicado en ‘
Journal of Endocrinological Investigation’.
La muestra del proyecto PREDIMED-Plus está compuesta por adultos mayores con sobrepeso/obesidad y síndrome metabólico que realizaron una intervención multimodal con dieta mediterránea y restricción calórica, acompañada de la promoción de actividad física de ocio y de apoyo psicosocial. Así, el estudio ha analizado a
más de 6.000 participantes para investigar la relación transversal entre la sintomatología depresiva y la presencia de diabetes tipo 2. Todo ello además de explorar su asociación con el control metabólico a través de la hemoglobina glicosilada, que mide la glucosa en sangre, y otras variables metabólicas.
En concreto, el trabajo ha sido coordinado por el grupo que dirigen Susana Jiménez-Murcia y Fernando Fernández-Aranda, en el Hospital Universitario de Bellvitge y el IDIBELL, y ha contado con la participación de todos los grupos del
CIBEROBN.
Diabetes y síntomas depresivos
Los análisis realizados en el estudio mostraron que, a mayor severidad de síntomas depresivos basales,
mayor era la probabilidad de estar dentro de los niveles de hemoglobina glicosilada en el seguimiento de un año. Un dato que refleja un peor control metabólico.
Las investigadoras añaden, además, que “una mayor severidad en los síntomas depresivos al inicio del estudio, así como la duración de la diabetes predijeron al año de intervención, mayores niveles de hemoglobina glicosilada, mayor índice de masa corporal, un menor nivel de gasto energético en la actividad física de ocio y una menor probabilidad de adherencia a la dieta mediterránea”.
Estos hallazgos ponen de manifiesto la necesidad de
garantizar el cribado de los síntomas depresivos, así como un enfoque terapéutico integrador y multidisciplinar en los pacientes con diabetes tipo 2, que tenga en cuenta tanto el control metabólico como los síntomas depresivos en esta población, ya que la mejoría sintomática de uno influirá en el otro.