La artrosis es un tsunami que ya afecta a más de
7 millones de personas en España. De hecho,
su prevalencia se ha visto duplicada en los últimos años. De esta forma, afecta sintomáticamente a más de 500 millones de personas en el mundo, siendo las mujeres las grandes afectadas. Así se ha puesto de manifiesto en el 5º Congreso Internacional de Pacientes con Artrosis, organizado por la Fundación Internacional de Pacientes con Artrosis (OAFI).
La artrosis es una enfermedad asociada erróneamente a la vejez. Sin embargo, afecta a personas mayores y de mediana edad, con especial prevalencia en deportistas y mujeres. No obstante,
un 24 por ciento de mujeres de más de 15 años tiene artrosis.
Tal y como declaraba Josep Vergés, CEO y Fundador de OAFI, “los pacientes quieren y deben estar bien informados sobre su enfermedad, participando de manera directa y activa en su tratamiento.
Un paciente bien informado es un paciente que va a evolucionar mejor, mejorando su calidad de vida y reduciendo drásticamente el coste económico de la enfermedad.” Por ello, los pacientes fueron los protagonistas durante esta cita. En concreto, obtuvieron las herramientas que necesitan para poder trabajar en la mejora de su calidad de vida.
El impacto de la artrosis
Otro dato a tener en cuenta es que con la llegada de la COVID-19, esta situación se ha visto agravada. De esta forma, supone actualmente un coste de más de 4.800 millones de euros al Sistema Nacional de Salud.
En este contexto, se presentaron los resultados de dos estudios elaborados por OAFI. Por un lado, la encuesta CAVIPA, que valora el impacto socioeconómico de la enfermedad y la deficiente calidad de vida de los pacientes con artrosis. Esta demostraba que ven
afectados por otras comorbilidades como la depresión, la ansiedad, el insomnio y enfermedades cardiovasculares. Por otro lado, el estudio ODPAR, centrado en osteoporosis, mostró unos resultados muy similares. En esta línea, también se expuso un nuevo modelo asistencial, el Modelo Artro 360º, que pretende mejorar la ruta asistencial de los pacientes. Según el mismo, su implantación resolvería los problemas puestos en evidencia por ambos estudios, ahorrando unos 100 millones de euros a nuestro país.