En general, los pacientes hipertensos derivados desde Atención Primaria a Especializada son los que precisan la realización de pruebas o estudios complementarios. En este grupo se sitúan los que se sospecha que tengan hipertensión secundaria, los que tienen HTA resistente o refractaria o los que presentan alguna emergencia hipertensiva. Los pacientes con comorbilidades, como cardiopatía isquémica, insuficiencia cardiaca, enfermedad cerebrovascular, diabetes, nefropatía y síndromes de apneas del sueño pueden precisar supervisión por especialistas.
También se solicita la opinión de especializada cuando se asocia la HTA a insuficiencia renal grave con proteinuria, hematuria o creatinina >2, en HTA en el embarazo y en el caso de dudas diagnosticas que requieran monitorización de la tensión arterial durante 24 horas.
Como norma general, el tratamiento se inicia en primaria. Desde un primer momento, se habla de los cambios en el estilo de vida: una ingesta reducida de sodio, pérdida de peso, actividad física, abandono de hábito tabáquico y alcohol. A continuación, se inicia tratamiento farmacológico, según las características de cada paciente, adaptándose a las distintas guías y recomendaciones de las sociedades científicas. Por último, se hace un seguimiento, no sólo por parte del médico, sino también por los profesionales de enfermería.
El tiempo medio de espera depende de la especialidad requerida y de la preferencia. Por ejemplo, en especialidades como oftalmología o dermatología se tarda unos 3 o 4 meses, mientras que nefrología o medicina interna unos 20-25 días.
Percepción de gravedad
La percepción de la gravedad por parte del paciente no varía tanto en función de sí se deriva al especialista o no, sino de las explicaciones que de las actuaciones que le ofrecen sus médicos. Y es que la percepción del paciente en la mayoría de los casos no cambia, ya que en un 70-75% de ocasiones es el propio paciente el que pide la derivación.
El único sistema reglado por el que se puede consultar puntualmente es a través de las interconsultas por el sistema informático (ABUCASIS). Algunos servicios hacen reuniones de forma periódica con los profesionales de Atención Primaria para consensuar criterios de diagnóstico, tratamiento y derivación.
También se utiliza el sistema “a título personal”, de persona a persona y siempre dependiendo de la confianza que hay entre los distintos profesionales, aunque no es el habitual y se utiliza en casos de mucha urgencia o interés. Por eso, los profesionales entienden que se debería potenciar desde las distintas direcciones médicas, la relación entre Atención Primaria y Especializada.
En líneas generales, Nefrología es la especialidad que más hipertensos recibe, ya que muchos servicios cuentan con una unidad específicas. En otros centros, es el servicio de Medicina Interna quien asume casos de hipertensión, sobre todo pacientes no controlados a pesar de llevar ya triple terapia, los que tienen insuficiencia renal y los pluripatológicos no controlados.
Para la elaboración de este artículo se ha contado con la colaboración de los doctores especialistas en Medicina de Familia Juan Almar Provecho, Emilia Capilla Ramírez, Guillermo García Tell, José Vicente Raga Casasus, del Centro de Salud Salvador Pau; Juan Antonio Mariscal Bernat, Jibrin Altalhami Zaloum, Francisco Cebrián Montolio y Giorgo Aella Gil, del Centro de Salud Nueve de Octubre; los médicos de Atención Primaria Conrado Mateu Navarro, Enrique Mascaros Balaguer, Juan Domenech Clar, Juan Errando Fagoaga, Martín Raga Asins y Francisco Jaén Martínez, del Centro de Salud Padre Jofre.
La relación entre Primaria y Especializada mejora el control de ciertos casos de HTA
Clara Simón
2 de noviembre 2017. 11:42 am