Día Mundial de Acción por la Salud de las Mujeres. La mortalidad neonatal en México ha disminuido en los últimos 30 años, al pasar de 20.6 en 1990 a 7.4 en 2017 por 1,000 nacidos vivos.
31 de mayo 2021. 10:57 am
Desde que en 1987 las integrantes de la Red Mundial de Mujeres por los Derechos Reproductivos acordaron declarar el 28 de mayo como Día Mundial de Acción por la Salud de las Mujeres, se conmemora este día con el propósito de reafirmar el derecho a…
Desde que en 1987 las integrantes de la Red Mundial de Mujeres por los Derechos Reproductivos acordaron declarar el 28 de mayo como Día Mundial de Acción por la Salud de las Mujeres, se conmemora este día con el propósito de reafirmar el derecho a la salud como un derecho humano al que las mujeres deben acceder sin restricciones o exclusiones de ningún tipo, y a través de todo su ciclo de vida.
Algunas de las metas en esa materia son reducir la tasa mundial de mortalidad materna a menos de 70 por cada 100.000 nacidos vivos. También poner fin a las muertes evitables de recién nacidos y de niños menores de 5 años. El objetivo es que todos los países intenten reducir la mortalidad neonatal al menos hasta 12 por cada 1.000 nacidos vivos, y la mortalidad de menores de 5 años al menos hasta 25 por cada 1.000 nacidos vivos, de acuerdo con la OMS.
Progreso en los 30 últimos años
El acelerado progreso en estas áreas de la salud en los últimos 30 años ha reducido significativamente la mortalidad, situación que no se puede explicar sin las aportaciones de la investigación biofarmacéutica.
En países de ingresos altos, la mortalidad materna se ha reducido a más de la mitad, aunque la disminución ha sido menor en las naciones de ingresos bajos y medianos. En tanto, las muertes de menores de cinco años en el mundo bajaron casi a la mitad, al pasar de 12.2 millones en 1990 a 6.3 millones en 2013.
Además, avances en el desarrollo de inmunizaciones, la amplia adopción de anticonceptivos y la disponibilidad de medicamentos como la oxitocina o la carbetocina termoestable han contribuido a mejorar la curva de morbilidad y mortalidad.
Estos progresos se han registrado en un contexto más amplio de aumento de las riquezas nacionales, sistemas de salud más fortalecidos, agendas políticas alineadas y sistemas de promoción de la salud.
Evitar hemorragias
En 2016, del total de muertes maternas registradas en México, el 15.6% se debió a hemorragia del embarazo, parto y puerperio, según datos de Inmujeres.
La oxitocina ha sido durante mucho tiempo el estándar de oro para tratarla. Sin embargo, en 1997 las agencias reguladoras del Reino Unido y Canadá aprobaron la carbetocina como una alternativa a la oxitocina. Actualmente está autorizada en 80 países.
La carbetocina es un análogo de la oxitocina, y también tiene una acción contráctil. Cuando se administra vía intramuscular o intravenosa activa el mismo receptor de la oxitocina, que hace que el útero se contraiga y así evita la pérdida sanguínea. Aumenta la viscosidad de la sangre y con ello disminuye aún más el sangrado.
Asegurar acceso a anticonceptivos
La primera píldora anticonceptiva salió a la venta hace 60 años, y aunque sigue siendo muy popular, actualmente convive con métodos variados, desde el parche hasta el dispositivo intrauterino, más fáciles de usar, con menos efectos secundarios y que se pueden usar por tiempo prolongado.
La innovación biofarmacéutica ha desarrollado métodos a largo plazo, que se emplean cuando una mujer no quiere embarazarse durante 12 meses o más. Se pueden usar hasta por cinco años sin cambiarlos, y después se pueden hacer cambios según las necesidades de las mujeres.
Lo anterior permite que mujeres jóvenes estén protegidas durante un plazo amplio y tengan la oportunidad de planear una carrera y de cambiar su vida.
En México
La mortalidad materna (número anual de mujeres fallecidas por causas relacionadas con el embarazo y el parto por cada 100,000 nacidos vivos) ha disminuido de forma importante en las últimas décadas, al pasar de 88.7 defunciones por cada 100,000 nacidos vivos en 1990 a 34.6 en 2015.
Sin embargo, México no pudo alcanzar la meta fijada en los Objetivos de Desarrollo del Milenio, de 22.2 muertes materna, pues para 2016 se reportaron 36.3 defunciones por cada 100.000 nacidos vivos, de acuerdo con el Instituto Nacional de las Mujeres.
En 2019, las defunciones de menores de un año sumaron 22,944 casos. De esa cifra, las causadas por afecciones originadas en el periodo perinatal fueron 11,680 (50.9%) y las provocadas por malformaciones congénitas, deformidades y anomalías cromosómicas totalizaron 9,068 (39.5%), de acuerdo con el INEGI.
Del total de las muertes por enfermedades originadas en el periodo perinatal, las enfermedades con dificultad respiratoria del recién nacido y otros trastornos respiratorios representan el 40.1%.
Avances
La mortalidad neonatal en México ha disminuido en los últimos 30 años, al pasar de 20.6 en 1990 a 7.4 en 2017 por 1.000 nacidos vivos, de acuerdo con la Secretaría de Salud.
La dependencia indica que en los últimos 15 años la tasa de mortalidad neonatal se ha mantenido en 7.2 en promedio por cada 1.000, lo que representa un gran reto para los siguientes años pues se necesita diseñar estrategias y líneas de acción que catalicen el esfuerzo del sector salud. El promedio de los países miembros de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) es de 4.01.
Las principales causas de muerte obstétrica directa son hemorragia, enfermedades hipertensivas del embarazo y sepsis, según la OMS. Para los recién nacidos, las tres causas principales de muerte son la prematuridad, las complicaciones relacionadas con el parto y la sepsis. La mortalidad materna se redujo en 44% entre 1990 y 2015, mientras que la mortalidad neonatal se redujo en 49% entre 1990 y 2017. Cuando se realizan intervenciones durante el trabajo de parto y se da atención inmediata al recién nacido, se evita hasta el 51% de las muertes de neonatos.