La SEMI pone en marcha su propio Observatorio de Igualdad

La igualdad en Medicina sigue siendo un reto a alcanzar. La realidad es que pocas mujeres alcanzan puestos de responsabilidad en el mundo científico y académico. Esta es solo la muestra del propio círculo vicioso de la mujer en la Medicina: no hay mujeres que sirvan de inspiración para jóvenes científicas, no hay mujeres líderes que ofrezcan una conferencia de prensa y no se piensa en las mujeres como ponentes en los congresos. Ante esta realidad, desde la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) han decidido abordar la desigualdad de género en la Ciencia a través de su propio Observatorio de Igualdad. La primera medida que se ha tomado desde el mismo es realizar un análisis sobre la presencia de mujeres en la sociedad, no solo respecto a número de socios, sino también sus asistencia a las reuniones científicas de la sociedad el pasado año, el número de publicaciones realizadas por mujeres como primer autor en la Revista Española de Medicina Interna, o el número de estudiantes en las Facultades de Medicina y Cirugía y residentes de Medicina Interna, a nivel nacional y por Comunidades. A este respecto, Asunción Gonzálvez Gasch, médico especialista en Medicina Interna y coordinadora del Observatorio, aportaba que sin ir más lejos, “participar en conferencias es importante para progresar profesionalmente. Los congresos no son únicamente una fuente de conocimiento académico, se convierten también en lugares de encuentro entre profesionales que generan oportunidades de colaboración, referentes científicos y redes de contacto, de ahí, que hayamos querido analizar en primer lugar la presencia de mujeres en Reuniones Científicas de la SEMI durante 2018”, como muestra de un indicador propio de la especialidad. En este sentido se concluyó que, si bien asistieron a estas citas un 53 por ciento de mujeres, lo cierto es que observando el número de moderadores, solo el 31 por ciento eran de género femenino.  De hecho, solo en 6 de las 32 reuniones predominaban las mujeres ponentes o había un porcentaje equilibrado o que mostrase igualdad de género. Igualmente, menos de la mitad de los eventos fueron organizados por mujeres. La desigualdad científica Según Gonzálvez, este sesgo de género en las ponencias científicas probablemente no es un acto deliberado, “se trataría más bien de una exteriorización de un sesgo que está interiorizado como fruto del aprendizaje de la sociedad en la que vivimos”. Además de este sesgo ‘inconsciente’, se han estudiado otras hipótesis, como la posible contribución de la “autoselección” femenina, o dicho de otro modo, que sean las propias mujeres las que declinan una invitación como ponente. No obstante, Existen evidencias de que, en disciplinas científicas, se subestima la formación de las mujeres, estando infrarrepresentadas en posiciones de poder, de organización y de liderazgo. De esta forma, la primera conclusión del propio Observatorio de la SEMI es que a pesar del creciente reconocimiento de la desigualdad de género como un problema real y de la implementación de programas para favorecer la diversidad y la paridad en los equipos de trabajo, es un hecho que todavía queda mucho camino por recorrer, y el ámbito de la investigación y de la medicina no son excepciones.