Cuando se piensa en tecnología sanitaria, se suele tender a pensar en todas las innovaciones que llegan a los hospitales. Pero la realidad es que la tecnología está transformando también la Atención Primaria y que en los próximos años seguramente sea el nivel asistencial que sufra más cambios precisamente por la implantación de diversas innovaciones. Es el caso de la Atención Primaria de Madrid, que tras los hitos que tuvo superar a causa de la alta presión asistencial que vivió en la pandemia y ahora gracias a todos los proyectos que ya van tomando forma a raíz de los fondos europeos, espera realizar todo un cambio cualitativo.
Sobre esta cuestión aportaron datos concretos diversos expertos de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid en un nuevo encuentro de los Foros El Médico, con la colaboración de Abbott, que fue moderado por la directora de la revista El Médico y El Médico Interactivo, Leonor Rodríguez.
Un cambio en el manejo de la información
Para empezar, Sergio Ruiz, director técnico de Sistemas de Información de AP, antes de abordar todos los cambios que están por llegar, realizó una exposición de todo lo que la pandemia supuso a la hora de cambiar el manejo de la información. Si bien se había avanzado mucho a nivel de historia clínica digital y con la herramienta de gestión ESOAP, lo cierto es que faltaba coordinación, unificar contenidos y, sobre todo, ser capaces de manejar información de forma inmediata. Así, precisamente los datos de la COVID-19 permitieron generar un gran cuadro de mandos gracias a nuevas herramientas de inteligencia artificial y big data. Este permitía conocer, a nivel de población, datos de contagio por municipios, áreas de salud e, incluso, centros sanitarios, pero también conocer las bajas laborales de los profesionales por este motivo. Este cuadro de mando fue un primer gran paso para un nuevo manejo de la información, que permitía tomar decisiones inmediatas en la gestión sanitaria de la Atención Primaria. “Lo bueno de esta información es que los datos ya están estructurados en origen y que todos los centros, incluidos las residencias de mayores ya usaban la misma aplicación”, insistía el experto en sistemas. “Ahora también se está incorporando atención hospitalaria, y estamos estructurando nuevos datos para poder ampliar la información a todo tipo de episodios, vacunas, recetas, incapacidad temporal, prescripciones, para que todo esté igual y podamos explotar todos los datos de la misma manera”.Telemonitorización y videoconsulta
Por su parte, Inmaculada Mediavilla, coordinadora de calidad de la Gerencia Asistencial de AP, insistía en que es un mito que la tecnología no exista en Atención Primaria, recordando que todos los centros de salud ya cuentan con un ecógrafo, que ha recibido una gran acogida por parte de los profesionales y que ya había avances en el acceso a las consultas de forma telemática, e incluso en las citas telefónicas. Además, explicaba que desde la Comunidad de Madrid se hizo un gran esfuerzo en la pandemia por incorporar la videoconsulta, dotando a todos los centros de recursos para ello, y que si bien en pandemia fue muy útil, por ejemplo, para hacer acciones como las preparaciones al parto de forma online para proteger a las embarazadas, ahora queda por ver cómo explotar este recurso, por ejemplo, para mejorar la teledermatología. Sin embargo, una de las grandes áreas de mejora de esta teleconsulta es saber cómo integrar en la misma toda la información que se puede aportar desde los wearables y otros dispositivos de monitorización de los pacientes crónicos en el domicilio. Sobre esta cuestión intervenía Lola Conejos, técnico de Procesos y Calidad y médico de Familia (Gerencia Asistencial de Atención Primaria). Según la misma, el gran reto de la teleconsulta es reducir los riesgos que supone para el paciente que no haya una exploración física. Pero hay muchas constantes que se miden en consulta que el paciente puede aportar desde el domicilio. “Gracias a la pandemia, por ejemplo, muchos pacientes se dotaron de pulsioxímetro, y esta era una manera muy fácil de controlar a pacientes crónicos que no queríamos que fueran al centro”. De la misma forma, al igual que la saturación, los pacientes pueden aportar datos fiables de sus pesos, termómetros digitales, o aportar datos de sus niveles de glucemia o cifras de tensión arterial. “Hasta ahora carpeta salud solo da información al paciente, pero el futuro es que el paciente nutra de información a esa carpeta, es decir, que todos estos dispositivos podrán empezar a nutrir la historia clínica”.Personalizando la asistencia en Atención Primaria
A este respecto, destacaba precisamente el caso de los sistemas de medición de glucosa en líquido intersticial, que se incluyeron el pasado octubre en las prescripciones de Atención Primaria para pacientes con diabetes tipo II con tratamiento intensivo con insulina, que requieren al menos seis punciones al día de medición de la glucosa. Sobre cómo está siendo esta experiencia aportaba más datos Nuria Domínguez, médico de familia y asesora técnico del Área de Calidad de la Gerencia Asistencial de AP. “Es pasar de 6 fotos fijas a una película del día de 24 horas, que pone en evidencia todo lo que haces”. Cabe recordar que la financiación de estos dispositivos tiene años de experiencia para pacientes de diabetes tipo I desde el hospital, en concreto, desde el Servicio de Endocrinología. Ahora, con la diabetes tipo II, es un médico de Atención Primaria el que realiza la prescripción, para cerciorarse de que el paciente cumple con los criterios de inclusión, pero la formación del paciente se hace desde Enfermería de Atención Primaria. De hecho, este cambio supone también un avance en la personalización de la Atención Primaria. Para empezar, la enfermera es la profesional que mejor conoce los hábitos del paciente para explicarle como sus hábitos concretos se traducen en diferentes niveles de azúcar. Así, estos dispositivos están permitiendo dar un paso más a la hora de conocer los hábitos de los pacientes, para poder hacer recomendaciones de vida saludable mucho más ajustadas a cada persona, en vez de realizar prescripciones generalizadas. En esta línea, Inmaculada Mediavilla reflexionaba que “el tiempo que se invierte en esta formación al paciente es una inversión, porque cuanto más autónomo sea, menos necesitará ir luego a consulta”. Por otra parte, si bien aún es necesario más tiempo de rodaje para poder recoger datos y hacer evaluación de su uso, la literatura evidencia que este tipo de monitorización en domicilio ayuda a ahorrar consultas innecesarias, pero sobre todo visitas a urgencias por descompensaciones, al estar el paciente mucho más controlado. De hecho, Lola Conejos apuntaba que una de las grandes ventajas es que estos dispositivos empoderan al paciente en su autocuidado. “No solo permite aportar información para que los médicos tomen decisiones, sino que permite a los pacientes saber sus niveles de azúcar en el momento, para tomar múltiples decisiones sobre su dieta, sobre cuándo han de pincharse insulina, etc.” Por último, Nuria Domínguez agregaba que ya se está trabajando en la prescripción de activos en salud, que pasan por prescribir no solo ejercicio en general, sino que el profesional tenga acceso a una base de datos de talleres, cursos, clases, etc., de toda la Comunidad para poder prescribir actividades concretas que puedan beneficiar a ese paciente por su perfil.El futuro de la digitalización de la AP
Precisamente, este tipo de iniciativas estaban incluidas en el Plan de Mejora de Atención Primaria de la Comunidad de Madrid que finalizará el 2023 con todos sus hitos cumplidos. Como relataba Inmaculada Mediavilla, este plan incluía muchas cuestiones relacionadas con mejoras de las condiciones laborales de la Atención Primaria de Madrid, que sufrió especialmente el desgaste de la pandemia ante la gran demanda asistencial que tuvo que atender, y el poco reconocimiento social que obtuvo por la misma. “Sin embargo, muchas de las mejoras tenían que ver con facilitar el trabajo, la consulta, y cosas en las que tenía que entrar la tecnología para disminuir burocracia, facilitar la labor administrativa, mejorar la comunicación, mejorar la citación, etc.”. Algunos ejemplos de estas mejoras, como explicaba Sergio Ruiz, pasan por mejorar las e-consultas para facilitar la comunicación entre Primaria y Especializada para derivaciones, incluso para poder adjuntar fotografías a un dermatólogo a través de un sistema cerrado, para que estas fotografías de los pacientes estén protegidas. Una herramienta que también tiene ya su uso para otras especialidades. Pero esto es solo el principio. Como insistían todos los participantes en la mesa, lo que realmente destaca es toda la innovación que está por venir gracias al Plan de Transformación de la Atención Primaria que el Ministerio de Sanidad está trabajando con las Comunidades Autónomas en base a los fondos europeos. Cabe recordar que el Plan de acción de Atención Primaria, correspondiente al objetivo 4 del PERTE de Salud de Vanguardia, cuenta con una financiación de 230 millones de euros para financiar una serie de proyectos que deberán ejecutarse antes de 2026. Entre otras cuestiones, Sergio Ruiz adelantaba que se está trabajando en mejorar la gestión de la demanda haciendo un uso más eficiente de los recursos de los centros sanitarios, tanto a nivel de tecnología, como de recursos humanos. Así, uno de los proyectos pasa por utilizar un sistema de inteligencia artificial que permita cribar la demanda y asignarla al profesional que pueda dar mejor respuesta a la misma, que en ocasiones será el médico de Medicina de Familia, pero en otras puede ser el personal de Enfermería, la matrona, el fisioterapeuta, etc. La idea es que esta herramienta, a modo de Chatbot, comience a trabajar como un apoyo al personal administrativo que atiende las citas, pero que con el tiempo pueda interactuar directamente con los usuarios y que incluso aprenda de su propia experiencia y evaluación, para mejorar los criterios de cribado. Este proyecto ha recibido varios reconocimientos recientemente. Entre ellos, estar en la mesa de las mejores comunicaciones sobre tecnología y sistemas de información en el último congreso de la SECA (Sociedad Española de Calidad Asistencial), un accésit en los premios IESE-NOVARTIS a la excelencia operativa en gestión sanitaria y el primer premio de la Jornada anual de la Asociación Madrileña de Calidad Asistencial (AMCA). Otras herramientas similares pasan por usar inteligencia artificial, para que ayude también en el diagnóstico al médico de Atención Primaria. A este respecto, se comenzará utilizando una IA generativa que al ofrecerle síntomas pueda asociarlos a una posible enfermedad rara, cuando el médico no haya encontrado un diagnóstico previo conocido. Todo ello, precisamente porque el conocimiento clínico en enfermedades raras es más escaso y por eso mismo este tipo de enfermedades tarda tanto en recibir un diagnóstico certero. Asimismo, se está trabajando para mejorar el sistema de alertas de la historia clínica, para que, ante un resultado crítico de analítica, radiología o anatomía patológica, este aparezca a modo de alerta en la Historia Clínica Electrónica de AP, precisamente, para evitar retrasos en atenciones urgentes. Ante todos estos cambios, y a modo de conclusión, Lola Conejos resumía que los aspectos atractivos y positivos de las nuevas tecnologías están claros, algunos como la mejora de la eficiencia, la comodidad, el mejor seguimiento del paciente e incluso el contar con más información para el empoderamiento del mismo. “Ahora entramos en la fase de vencer resistencias para los no convencidos, y eso nos va a tocar trabajarlo”. Es por ello que para avanzar en este sentido, insistía en que es necesario reforzar la idea de la seguridad de los datos sanitarios, ofrecer formaciones para profesionales y pacientes y también trabajar con la industria para ofrecer opciones de dispositivos más personalizadas, para que, por ejemplo, se adapten a las diferencias que puede haber entre un paciente joven y otro de edad avanzada.Asistentes
- Inmaculada Mediavilla, coordinadora de calidad de la Gerencia Asistencial de AP
- Sergio Ruiz, director técnico de Sistemas de Información de AP.
- Lola Conejos, técnico de Procesos y Calidad. Médico de Familia. Gerencia Asistencial de Atención Primaria.
- Nuria Domínguez, asesora técnico del Área de Calidad de la Gerencia Asistencial de AP. Médico de Familia.