La división de Oncología de Pierre Fabre ha organizado el seminario virtual ‘Telemedicina y cáncer’. Durante el mismo se ha puesto de manifiesto que
la teleoncología ha permitido mantener la calidad asistencial durante la pandemia por COVID-19. Sin embargo, queda por saber cómo va a evolucionar desde ahora la misma. Y es que los expertos coinciden en que la teleoncología no podrá reemplazar a la asistencia presencial. Aunque sí será de gran ayuda para complementar el abordaje de esta patología.
De esta forma, los expertos han destacado que los
beneficios extraídos de la telemedicina son numerosos. Pero también cuenta con una serie de limitaciones. Así lo exponía la doctora Carmen Beato, oncóloga médica del Hospital Universitario Jerez de la Frontera, Cádiz . En concreto, ha incidido en que, desde un punto de vista técnico,
“es necesario contar con equipos capaces de comunicarse'. Es decir, 'plataformas específicas que permitan almacenar y consultar datos clínicos y conexiones adecuadas'.
También es importante mejorar el el aviso previo a los pacientes. En concreto, especificando
de qué manera y en qué horario recibirán la llamada de su médico. Igualmente, asegurar la continuidad asistencial de las siguientes visitas. En tercer lugar, se debe tener en cuenta el nivel educativo, el acceso de los pacientes a las nuevas tecnologías de la comunicación, la edad avanzada, el deterioro cognitivo, la barrera idiomática o situaciones clínicas que suponen barreras del lenguaje que pueden dificultar el entendimiento por ambas partes.
Aspectos éticos y legales de la teleoncología
Respecto a los aspectos éticos y legales de la teleoncología, la especialista ha destacado que
no se dispone de una ley específica que regule la telemedicina. “Ello no debería ser excusa para un uso juicioso y prudente de la misma, pues el Código Deontológico de Medicina sí contempla, aunque de modo poco desarrollado, algunas directrices”.
Otro de los aspectos a los que
prestar especial atención es a la confidencialidad de los datos. Es importante confirmar las medicaciones que el paciente está tomando y actualizarlas en la nota clínica, junto con los síntomas, las exploraciones recientemente realizadas, así como los análisis, que deben de ser comentados minuciosamente.