Once fundaciones mexicanas preocupadas por la salud femenina realizaron diversas campañas de detección gratuita de cáncer cérvico uterino en el país en las cuales se tomaron más de 16.000 muestras para tamizajes de detección en zonas de escasos recursos.
Para estas pruebas se requirieron muestras de ADN para determinar los marcadores que identifican las mutaciones en la estructura del Virus del Papiloma Humano (VPH) que pueden provocar cáncer cérvico uterino y las más de 30 microrganismos de transmisión sexual que pueden provocar enfermedades pélvicas inflamatorias entre otras patologías.
El doctor Valerio Tello, médico con especialidad en Biología molecular en virus y cáncer, explicó que en México ocurre un fenómeno interesante, ya que mientras a nivel mundial estos son los tipos de VPH con alto riesgo, los tamizajes arrojaron que los tipos más frecuentes en las mujeres mexicanas son el 52, 56 y 68, un factor importante que debe monitorear la Secretaría de Salud mexicana para desarrollar una vacuna regional, como recomienda la Organización Mundial de la Salud, ya que la población mexicana está altamente desprotegida.
Es indispensable que los padres de familia lleven a niñas y preadolescentes a aplicarse la vacuna del papiloma humano que protege contra los tipos 16 y 18, es decir, los de alto riesgo a desarrollar cáncer.
El doctor Tello, quien apoyó en la revisión de cada una de las muestras obtenidas, explicó que la prevención siempre debe ser la opción para evitar contagios, el uso de preservativo masculino sólo protege el cuerpo del pene, es recomendable la utilización del condón femenino, y que tiene una mayor área de cobertura.
Es importante concientizar a pacientes sobre los riesgos que corren al ser portadoras de algún tipo de VPH o microorganismo que puede ser de fácil tratamiento en etapas tempranas de la enfermedad, es decir, antes de desarrollar lesiones en el cérvix o genitales externos, por ejemplo, la aplicación del Gel D1000, tratamiento que elimina el epitelio, capa externa de la piel, que hasta en 8 meses puede regenerar lesiones graves, lo que reduce las emergencias oncológicas o infecciosas de los pacientes.
La doctora María Ester Dragustinovis Ruiz, médico investigador clínico colposcopista encabezó las campañas de detección en las cuales se daba una plática informativa en la que se daban a conocer las pruebas genómicas en los dialectos o lenguas nativas a las mujeres y familias de la comunidad, rompiendo de esta manera los prejuicios de usos y costumbres, desmitificando así, la negativa que suponen en las comunidades indígenas y las barreras culturales.
En cada comunidad se realizaba una capacitación al personal médico o de enfermería, sin embargo, las zonas más marginadas no contaban con lo mínimo necesario, por lo cual tuvieron que improvisarse consultorios para cubrir las necesidades de las mujeres a las cuales se les dio tratamiento y seguimiento.
El estudio realizado con anterioridad aseguraba que el tratamiento de aplicación diaria con el Gel D1000 no mostró en ningunos de los casos efectos secundarios adversos incluso en los casos de aplicación extendida por ocho meses, los resultados completos de las campañas de detección realizadas con el apoyo de Fundación XQuenda, Laboratorios SIDMOL entre otras, serán publicadas y presentadas en el congreso europeo de VPH en septiembre de 2019.
La vacuna para VPH no protege contra virus más comunes en México
Los tamizajes arrojaron que los tipos más frecuentes en las mujeres mexicanas son el 52, 56 y 68, un factor importante que debe monitorear la Secretaría de Salud mexicana para desarrollar una vacuna regional, como recomienda la Organización Mundial de la Salud
Rebeca Flores
14 de diciembre 2018. 1:30 pm