Las caídas se cobran la vida de
684.000 personas anualmente y
172 millones más de personas experimentan
discapacidades derivadas de una caída cada año. Las caídas no solo representan un
problema de salud pública mundial importante, sino que también están creciendo rápidamente.
En los últimos 20 años, las muertes relacionadas con caídas han aumentado mucho más rápido que cualquier otro tipo de lesión. Muchos factores explican este aumento, entre ellos, el
envejecimiento de la población, el aumento de la
urbanización y los
estilos de vida sedentarios. A nivel mundial, hubo un
aumento del 53% en el número total de muertes por caídas de 2000 a 2019.
Prevención
Para los
profesionales sanitarios que trabajan con personas vulnerables con mayor riesgo de fracturas debido a la
osteoporosis, la evaluación de la
prevención y la disminución del riesgo de caídas es de suma importancia.
Está comprobado que los
sistemas de atención de salud y traumatología mejor organizados reducen las muertes evitables y mejoran los resultados entre los s
upervivientes de caídas graves.
La
OMS ha publicado
“Step safely: strategies for preventing and managing falls across the life-course”, con recomendaciones concretas sobre estrategias basadas en la evidencia para
prevenir y controlar las caídas en
niños y adolescentes, trabajadores y personas mayores. Destaca que, en el caso de las personas mayores, la publicación se centra en tres entornos: hogar, centros de atención residencial y hospitales.
Caídas frecuentes
A nivel mundial, el
80% de las caídas ocurren en países de ingresos medios y bajos. Esto da como resultado más años vividos con discapacidad que en casos de lesiones provocadas por accidentes de tráfico, envenenamiento, ahogamiento y quemaduras.
Las caídas son la principal causa de lesión en
niños pequeños, suponiendo del
25 al 56% de las visitas infantiles al hospital.
El número estimado de muertes globales de
caídas ocupacionales fue de
36.000 en 2017. Esta cifra representa el
12% de todas las muertes por lesiones ocupacionales.
El
75% de las caídas fatales entre las personas mayores (70 años o más) ocurren en
países de ingresos medios y bajos.
Las medidas de prevención eficaces incluyen
programas de crianza de los hijos para familias de bajos ingresos,
normas de seguridad más estrictas para los trabajadores y
entrenamiento de fuerza y equilibrio para las
personas mayores.
Caídas en personas mayores
Las
personas mayores que viven solas tienen más probabilidades de caerse
dentro y alrededor de sus casas. Los lugares más frecuentes de caída son
escaleras y baños. Tropiezos, resbalones, suelos desiguales, iluminación deficiente, desorden y falta de pasamanos son los principales factores que provocan las caídas.
Respecto a las que viven en
centros socio-residenciales, a menudo se adaptan mal a los nuevos entornos, y tienen
más probabilidades de caerse. Además, es posible que experimenten
graves consecuencias después de una caída en comparación con las personas mayores que viven en la comunidad.
En
hospitales, los factores de riesgo son el impacto de la
cirugía, uso de
medicamentos, el
entorno desconocido, el
reposo y falta de movilidad durante la estancia hospitalaria.
Educar al paciente, implementar protocolos y potenciar una comunicación eficaz entre el personal clínico y los pacientes pueden hacer que los pacientes soliciten asistencia y se eviten caídas.