Las espondiloartritis son un conjunto de enfermedades reumáticas que engloban patologías como la espondilitis anquilosante, la artritis psoriásica, las espondilartropatías asociadas a enfermedad inflamatoria intestinal o las artritis reactivas. Se estima que su prevalencia podría superar el 1,2% de la población, lo que equivale aproximadamente…
Las espondiloartritis son un conjunto de enfermedades reumáticas que engloban patologías como la espondilitis anquilosante, la artritis psoriásica, las espondilartropatías asociadas a enfermedad inflamatoria intestinal o las artritis reactivas. Se estima que su prevalencia podría superar el 1,2% de la población, lo que equivale aproximadamente a medio millón de afectados en España. “Aunque se ha mejorado el diagnóstico, todavía existe un importante retraso diagnóstico”, según explicó el presidente de la Sociedad Española de Reumatología (SER), el doctor José Mª Álvaro-Gracia, durante la presentación del IX Simposio de Espondiloartritis de la SER, celebrado el pasado fin de semana en San Sebastián.
En concreto, durante el IX Simposio de Espondiloartritis de la SER, que reunió a más de 500 especialistas, se abarcó los temas más interesantes en campos tan diversos como puntos clave del embarazo y fertilidad en espondiloartritis, riesgo cardiovascular, impacto emocional, tratamiento de la obesidad y síndrome metabólico, estrategias para mejorar los desenlaces en artritis psoriásica y nuevas terapias.
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El doctor José Mª Álvaro-Gracia, a la izquierda de la foto.[/caption]
En este sentido, el doctor Joaquín Belzunegui, presidente del Comité Organizador Local del Simposio y jefe de Servicio de Reumatología del Hospital Universitario Donostia, subrayó que “la identificación precoz de estos pacientes no siempre es sencilla. Algunos estudios han señalado un retraso que podría estar entre los 7 y 8 años, aunque esto puede variar según la estructura sanitaria de los países y particularmente en España el retardo diagnóstico es algo menor”.
“El aspecto fundamental del éxito del tratamiento y que determinará un buen pronóstico a largo plazo es poder realizar un diagnóstico precoz para poder administrar el tratamiento más adecuado lo antes posible”, según remarcó Belzunegui.
El doctor Joaquín Belzunegui, pte. del Comité local del Simposio.[/caption]
No obstante, los expertos insisten en la importancia de una correcta selección del tipo de ejercicio. En las espondiloartritis se distinguen tres estadios clínicos: inicial (movilidad vertebral normal o apenas limitada, mínima repercusión funcional), intermedio (limitación parcial de la movilidad, repercusión moderada) y avanzado (áreas de la columna con pérdida completa de movilidad, gran repercusión en las actividades cotidianas). En todos los estadios se recomienda ejercicio aeróbico y de fortalecimiento.
La rueda de prensa del Simposio de San Sebastián.[/caption]
El doctor José Mª Álvaro-Gracia, presidente de la Sociedad Española de Reumatología (SER), aseguró que “era necesario actualizar la oferta de profesionales disponibles en relación con la población atendida, por ser un indicador de los recursos sanitarios que se utiliza para la organización y evaluación de los sistemas de salud”.
De este modo, “estos hallazgos muestran una foto fija de la situación actual de la especialidad”, según se puso de manifiesto durante la presentación del IX Simposio de Espondiloartritis de la Sociedad Española de Reumatología (SER).

Campaña 'Reumafit'
Desde la Sociedad Española de Reumatología, en colaboración con la compañía biofarmacéutico MSD, se puso en marcha la campaña ‘Reumafit’ para poner de manifiesto la importancia de realizar actividad física y ejercicio en los pacientes con enfermedades reumáticas. Ahora se ha dado un paso más y se ha ampliado esta iniciativa con contenido específico para pacientes con espondiloartritis, ya que todas las guías clínicas y documentos de consenso internacionales consideran la actividad física y el ejercicio elementos básicos del tratamiento de las mismas. Las personas con espondiloartritis realizan, habitualmente, menos actividad física que la población general, con los consiguientes efectos negativos. Mientras que, por el contrario, “los que realizan ejercicio mejoran la forma física, la flexibilidad de la columna y el dolor, disminuyen la inflamación, pueden mejorar la depresión y aumentan la calidad de vida”, explicó Álvaro-Gracia. La actividad física y el ejercicio influyen de forma favorable sobre tres de los principales factores implicados en la aparición de espondiloartritis (sistema inmunitario, inflamación persistente y flora intestinal). En concreto, previenen muchas de sus consecuencias a medio-largo plazo y pueden limitar la influencia negativa en su evolución de las enfermedades asociadas, el envejecimiento y los efectos secundarios de la medicación, según detallan los coordinadores del documento ‘Reumafit’. [caption id='attachment_239471' align='alignright' width='429']
Ejercicio
En el estadio intermedio se añaden ejercicios de flexibilidad de las zonas con movilidad reducida y, en algunos casos, respiratorios. Mientras que en el estadio avanzado los ejercicios de flexibilidad deben evitarse en las zonas de la columna con limitación establecida de la movilidad y también se recomiendan ejercicios respiratorios para mejorar la expansión del tórax. Además, hay que tener en cuenta varios detalles prácticos que varían con cada tipo de ejercicio. Los ejercicios de flexibilidad no están indicados en algunas localizaciones y situaciones, los ejercicios de fortalecimiento se recomiendan en todas las personas, pero son especialmente importantes a partir de los 50 años, los ejercicios aeróbicos más habituales en espondiloartritis son caminar, bicicleta y natación. En personas que no realizan ningún tipo de actividad física o ejercicio el primer objetivo puede ser disminuir el sedentarismo y cuando se va a iniciar un programa de ejercicios que no se ha realizado previamente conviene consultar con un profesional sanitario.Déficit de reumatólogos
Por otro lado, los expertos reunidos en San Sebastián se refirieron al número de reumatólogos en España que se mantiene por encima de los 2 por 100.000 habitantes (2,17), si bien, se detectan variaciones importantes entre las comunidades autónomas. En concreto, las menores proporciones de especialistas se registran en la Comunidad Valenciana (1,6), seguida de Euskadi, Andalucía y Baleares (1,7), y las más altas en Cantabria (3,6) y La Rioja (3,2), según los resultados de una investigación llevada a cabo por la Sociedad Española de Reumatología (SER). [caption id='attachment_239472' align='alignright' width='486']