La Sociedad Española de Cardiología (SEC) ha destacado, con motivo del pasado Día de la Mujer, que es necesario aumentar el conocimiento de las diferencias de sexo en los mecanismos fisiopatológicos de las arritmias para mejorar el tratamiento de los pacientes. En concreto, la evidencia dice que el síntoma más frecuente tanto en hombres como en mujeres son las palpitaciones, pero la mujer presenta también fatiga, debilidad, sensación de falta de aire, falta de concentración, dolor de cabeza o sudoración.
Sin embargo, los síntomas de las arritmias en la mujer se confunden en ocasiones con los que se manifiestan en los trastornos de ansiedad, lo que provoca un retraso en el diagnóstico y el tratamiento adecuado.
A este respecto, Concepción Alonso Martín, cardióloga de la unidad de arritmias del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau y miembro de la SEC, también añade que la presentación clínica de algunas arritmias en la mujer tiene clara relación con el ciclo hormonal. “Debemos ser conscientes de que el ciclo ovárico, el embarazo y la menopausia suponen cambios hormonales que pueden modificar la frecuencia de determinadas arritmias”.
Se sabe, por ejemplo, que la taquicardia intranodal es más frecuente en mujeres premenopáusicas coincidiendo con la disminución del nivel de estrógenos y la taquicardia ventricuilar idiopática de origen en el tracto de salida del ventrículo derecho tiene una clara relación con el ciclo ovárico. Además, estos dos tipos de arritmias son más frecuentes en la mujer que en el hombre.
Mayores de 75 años
Por otra parte, también es necesario matizar datos sobre la incidencia de la patología. Aunque la mayoría de estudios indican que es más frecuente en hombres en todos los grupos de edad, por encima de los 75 años la incidencia es igual en hombres y en mujeres. “Esto se debe a que la supervivencia de las mujeres es mayor a edades más avanzadas”, detalla la cardióloga.
Respecto al pronóstico, algunos estudios han mostrado que la fibrilación auricular confiere mayor riesgo de mortalidad y embolia en la mujer. Esto ha llevado, según Alonso, a considerar el sexo femenino como factor independiente a la hora de establecer el riesgo embólico de los pacientes, aunque añade que “en la actualidad se cuestiona si el riesgo viene dado por la arritmia en sí misma o por diferentes comorbilidades asociadas”, según la experta.
Asimismo, las arritmias más frecuentes por las que se implanta un marcapasos en la mujer son la disfunción sinusal y la fibrilación auricular lenta. Por otra parte, aunque las indicaciones más frecuentes para la implantación de marcapasos en hombres y mujeres sean diferentes, “el beneficio clínico derivado de estos dispositivos es similar en ambos sexos. Algunos estudios han reportado mayor tasa de complicaciones en mujeres, aunque este punto no ha sido confirmado en otros estudios. El menor tamaño corporal de la mujer se ha invocado para explicar la mayor tasa de complicaciones.
Lo que sí se sabe es que se implantan menos
Las mujeres con arritmias sufren un retraso en su diagnóstico y tratamiento
Los síntomas de las arritmias en la mujer se confunden en ocasiones con los que se manifiestan en los trastornos de ansiedad
El Médico Interactivo
10 de marzo 2020. 2:15 pm