Se espera que la publicación de las nuevas guías europeas, que aún están en fase preliminar y no verán la luz hasta el año 2021, cambien el abordaje de la hipertensión arterial pulmonar (HAP). Pero lo cierto es que mientras tanto ya hay muchas novedades a tener en cuenta en cuanto a mejoras de su tratamiento. De hecho, el pasado año, en la pasada VI edición del Simposio Mundial de Hipertensión Pulmonar), que se realiza cada 5 años, donde se reunieron expertos en la materia y redactaron documentos acerca del manejo y tratamiento de esta patología, que han sido publicados recientemente.
Para poder debatir esta nueva información y los cambios de futuro, diversos expertos se han reunido en la sesión ‘Konéctate’, organizada por GSK, en la que Joan Albert Barberá, jefe del Servicio de Neumología y Alergia Respiratoria y Coordinador de la Unidad de Hipertensión Pulmonar del Hospital Clínic de Barcelona, ha aclarado cuestiones básicas.
De esta forma, se daba a conocer que las novedades al respecto de la HAP se centrarán en cambios en el diagnóstico, clasificación, estratificación del riesgo y el algoritmo terapéutico. De hecho, si bien en la actualidad no existe un tratamiento curativo para la HAP, en los últimos años se han producido importantes avances que están permitiendo ralentizar la progresión de la enfermedad y el deterioro clínico, así como aumentar la supervivencia.
“Las guías europeas que se están preparando probablemente incorporarán varios de estos temas, como la posibilidad de consolidar una nueva estrategia de tratamiento para empezar de forma más agresiva de lo que está establecido en la actualidad”, insistía Barberá.
Además, la posible redefinición de la hipertensión arterial pulmonar es otro de los temas destacados. En la actualidad, se define como un aumento de la presión arterial pulmonar media (PAPm) mayor o igual a 25 mmHg en reposo, medida mediante cateterismo cardíaco derecho. Sin embargo, la nueva propuesta de definición de la HAP tiene como objetivo incluir pacientes con patología significativa que no habían sido considerados hasta ahora. Esta nueva propuesta de definición no implicaría cambios en la ficha técnica de fármacos, para lo cual se precisa de más información.
Un diagnóstico precoz
La Hipertensión Arterial Pulmonar afecta en España a entre 15 y 20 personas adultas por cada millón de habitantes y presenta una incidencia de tres o cuatro casos nuevos al año por cada millón de personas, siendo datos similares a otros países europeos de nuestro entorno. Asimismo, se sabe que aparece predominantemente en mujeres de mediana edad (alrededor de 45 años).
“Todo este conjunto que englobamos dentro de la hipertensión pulmonar arterial constituye una enfermedad rara, poco prevalente, dentro de la cual podemos incluir tres grupos de patologías: la HAP idiopática, la hereditaria y la asociada a otras enfermedades, como aquellas relacionadas con enfermedades del tejido conectivo, la infección por VIH o la hipertensión portal, entre otras”, aclaraba igualmente el especialista.
Otro dato destacado es que su diagnóstico puede tardar hasta dos años desde el inicio de los síntomas, siendo el principal de ellos la dificultad para respirar, lo cual puede condicionar la muerte de los pacientes en menos de tres años si no se trata adecuadamente, al tratarse de una enfermedad grave. De hecho, un 70 por ciento de los pacientes presentan la enfermedad en estado grave en el momento del diagnóstico.
En este sentido, uno de los principales objetivos de los expertos es reducir los retrasos en el diagnóstico ya que se trata de una enfermedad grave que, si no se aborda adecuadamente, puede condicionar la muerte en menos de tres años.
Las nuevas guías europeas cambiarán el manejo de la hipertensión arterial pulmonar
Durante el 6º Simposio Mundial de Hipertensión Pulmonar se han presentado novedades como la redefinición de la HAP, así como cambios en el diagnóstico, clasificación, estratificación del riesgo
El Médico Interactivo
3 de junio 2019. 2:15 pm