En 2005 la supervivencia de cáncer de próstata avanzado se situaba en torno a los 12-18. En estos últimos quince años, la misma se ha triplicado,
alcanzado los 32-36 meses actuales. Esto ha sido posible gracias al desarrollo de nuevos agentes hormonales, quimioterapia o radiofármacos. Es por ello que, con motivo del Día Mundial del Cáncer de Próstata el 11 de junio,
SEOM destaca los avances en esta patología.
Así han destacado que en pacientes con carcinoma de próstata resistente a la castración que todavía no han desarrollado metástasis, diferentes
agentes hormonales de nueva generación han demostrado retrasar la aparición de metástasis. En concreto, se ha conseguido un retraso aproximado de dos años, además de disminuir el riesgo de aparición de síntomas en más de un 50 por ciento. Además, en el Congreso de la Sociedad Americana de Oncología Médica (ASCO), han demostrado ser capaces de mejorar la supervivencia de los pacientes.
Por otra parte, los
inhibidores de PARP han demostrado beneficio en supervivencia en pacientes con cáncer de próstata avanzado. Se trata de una opción para pacientes previamente tratados con otras líneas de tratamiento y alteraciones en genes implicados en la reparación del DNA, siendo los más frecuentes BRCA1 y BRCA. Por su parte, las
combinaciones de nuevos fármacos con agentes inmunoterápicos representa otra prometedora estrategia terapéutica en el cáncer de próstata avanzado.
Diferencias en el diagnóstico del cáncer de próstata avanzado
En la actualidad, la inmensa mayoría de casos de cáncer de próstata se diagnostica en estadios iniciales, mientras que sólo el 5-10 por ciento corresponde a cáncer de próstata avanzados. En una proporción de casos, sin embargo, la enfermedad desarrolla resistencia al tratamiento hormonal con el eventual desarrollo de metástasis. Esta situación se denominan
cáncer de próstata resistente a la castración metastásico. Otros casos presentan metástasis en el momento del diagnóstico. Esta situaciónes denominada c
áncer de próstata hormonosensible metastásico. Los mismos no son subsidiarios ya de opciones curativas como la cirugía y la radioterapia.
Es en estos casos avanzados donde se ha realizado la mayoría de avances en el tratamiento de la enfermedad. En la actualidad, uno de los desafíos más importantes consiste en determinar el valor de la
secuencia óptima de fármacos para obtener el máximo beneficio en cada paciente en particular.
