La actividad propia de los servicios autonómicos de salud supone un procesamiento masivo de información. Por ello, las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) son “un instrumento imprescindible” para afrontar los retos del Sistema Nacional de Salud (SNS), como ha defendido la Sociedad…
La actividad propia de los servicios autonómicos de salud supone un procesamiento masivo de información. Por ello, las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) son “un instrumento imprescindible” para afrontar los retos del Sistema Nacional de Salud (SNS), como ha defendido la Sociedad Española de Informática de la Salud (SEIS) en su informe ‘Índice SEIS 2019’.
Esta influencia se observa en todos los aspectos de la actividad, como la prevención, la promoción, la asistencia, la evaluación, la gestión de calidad, etc. “Todas estas funciones requieren tratar una gran cantidad de información de muy alto valor, y todas han incorporado las TIC a su quehacer diario”, han dicho los expertos en el informe.
De hecho, en la crisis sanitaria debida al Covid-19 está teniendo un protagonismo especial la telemedicina realizada gracias a las tecnologías de la información y la comunicación.
Tejido industrial, innovación y economía
En su anuario, la SEIS ha recalcado que las TIC “son imprescindibles para afrontar los retos actuales de los sistemas de salud en sus procesos de modernización y racionalización y lograr la transformación digital del sector salud”. Las tecnologías tienen, como han indicado, “capacidad para mejorar el acceso, la equidad, la seguridad, la integración, la continuidad asistencial y la calidad de los servicios sanitarios así como la convergencia con los servicios sociales”. Además el empleo de las TIC en el sector salud “favorece el tejido industrial, la innovación y la economía” de España.
El informe enumera los “principales retos” a los que se enfrenta el SNS en la actualidad:
- Incremento de la frecuentación: envejecimiento de la población, aumento del número de enfermos crónicos, etc.
- Crecientes expectativas: las exigencias de los pacientes cada vez son mayores, porque están más y mejor formados e informados.
- Coordinación entre los niveles del sistema y la continuidad de la atención.
- Incorporación de nuevas tecnologías sanitarias: suelen suponer un gran coste económico.
- Limitaciones presupuestarias.