Los servicios de Medicina Intensiva de nuestro país han desarrollado protocolos de atención punteros a estos pacientes
23 de febrero 2024. 11:53 am
Los grandes quemados son aquellos pacientes con más de un 20 por ciento de su superficie corporal quemada o que sufren quemaduras menos extensas, pero con una edad o comorbilidades que exigen una abundante reposición intravenosa de líquidos. Los servicios de Medicina Intensiva de nuestro…
Los grandes quemados son aquellos pacientes con
más de un 20 por ciento de su superficie corporal quemada o que sufren quemaduras menos extensas, pero con una edad o comorbilidades que exigen una abundante reposición intravenosa de líquidos. Los servicios de Medicina Intensiva de nuestro país han desarrollado protocolos de atención punteros para realizar la mejor reanimación posible. En los mismos se tienen en cuenta factores como la nutrición y la rehabilitación temprana, con el objetivo de brindar una asistencia y una mejora del paciente completa y de calidad.
“La piel es un órgano más y su pérdida repercute en todo el organismo. Los pacientes con quemaduras extensas necesitan ser tratados por intensivistas, que somos los especialistas acostumbrados a tratar a pacientes graves con problemas que afectan seriamente a uno o más órganos. De hecho, es frecuente que
necesiten simultáneamente tratamientos y técnicas que usamos habitualmente en las UCI como el control del aporte de fluidos y de la medicación para mantener una tensión arterial adecuada, ventilación mecánica, técnicas de diálisis, sedoanalgesia o el tratamiento de las infecciones”, aporta Manuel Sánchez, especialista en grandes quemados del servicio de Medicina Intensiva del Hospital Universitario La Paz de Madrid.
Abordaje de los grandes quemados
El desarrollo de nuevas técnicas de monitorización ha permitido detectar incidencias con rapidez y también acertar con los tratamientos que hay que brindar a los grandes quemados. Además, gracias a la evolución conjunta de la cirugía, “disponemos de apósitos que facilitan la curación y de cremas que eliminan la escara de la quemadura, dos asistencias que pueden realizarse en la UCI y evitar así cirugías cruentas con grandes pérdidas de sangre”, prosigue el doctor Sánchez.
De hecho, “en España hemos sido pioneros en el uso de algunos tipos de monitorización que aportan información importante para el tratamiento inicial, en la búsqueda de tratamientos que vayan a la causa de las complicaciones más que a sus consecuencias y en el uso de las cremas que quitan tejidos muertos sin necesidad de cirugía”
Por otra parte, la rehabilitación de los g
randes quemados precisa de equipos multidisciplinares en los que participen fisioterapeutas, psicólogos, internistas, cirujanos… entre otras especialidades. “Hemos creado programas específicos que buscan la recuperación integral del paciente tanto a nivel funcional como social. Sin embargo, los periodos de inactividad a los que obliga el reposo tras la cirugía de injerto conllevan un retraso al que aún no hemos encontrado solución”, concluye el experto.