El tiempo que los pacientes pasan ingresados en la UCI y en el hospital se reducen, sin que ello afecte negativamente a la mortalidad hospitalaria o a los reingresos
15 de octubre 2018. 1:45 pm
Un estudio publicado en Revista Española de Cardiología (REC) evalúa el impacto de la implementación de una unidad de cuidados intermedios en cirugía cardiaca en la duración de la estancia hospitalaria, en la mortalidad y los reingresos a los 30 días. El mismo analizó a…
Un estudio publicado en
Revista Española de Cardiología (REC) evalúa el impacto de la implementación de una unidad de cuidados intermedios en cirugía cardiaca en la duración de la estancia hospitalaria, en la mortalidad y los reingresos a los 30 días.
El mismo analizó a 1.324 pacientes sometidos a intervenciones de cirugía cardiaca entre noviembre de 2012 y abril de 2015, obteniendo como resultado que la puesta en marcha de una unidad de cuidados intermedios tras cirugía cardiaca se asocia con una reducción de la duración de la hospitalización total y en la UCI, sin que se observe un aumento en las complicaciones posoperatorias, la mortalidad hospitalaria o la tasa de reingresos hospitalarios a los 30 días.
A este respecto, Carlos Labata, miembro de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y primer firmante del estudio, explica que “la asistencia cardiaca posoperatoria es crucial para el éxito quirúrgico general y para la recuperación clínica de los pacientes”. De esta forma, “las nuevas formas de atender a los pacientes de cirugía cardiaca permiten aumentar el número de operaciones realizadas en un mismo hospital sin introducir cambios estructurales en la UCI, con lo que se logra reducir las listas de espera de cirugía cardiaca. En concreto, en nuestro estudio, la puesta en marcha de esta unidad permitió reducirlas a menos de 90 días”.
La labor de los Cuidados Intermedios
En cuanto a cuál es la labor de estas unidades, Labata expone que “las unidades de cuidados intermedios facilitan un alta más temprana de la UCI de los pacientes que no necesitan cuidados intensivos, al tiempo que evitan un alta prematura de pacientes cuyo estado clínico no es lo suficientemente estable para estar en una sala convencional”. Es decir que se trata de una herramienta clave para a mejorar la eficiencia de la UCI, al permitir una selección óptima de los pacientes apropiados para el ingreso en ella.
Además, el experto matiza que “son una buena opción para los pacientes de salas convencionales que presentan un empeoramiento agudo y requieren una monitorización clínica más estricta, pero no cumplen los criterios de traslado a UCI”.
Pese a ello, su implementación no es generalizada, ni en España ni en otros países. “Demostrada su rentabilidad desde el punto de vista de gestión sanitaria y con un beneficio importante para el paciente, sería una buena noticia que nuestra investigación sentara precedente y se generalizaran este tipo de unidades”, insiste Carlos Labata, que aclara que solo algunos servicios cuentan actualmente con unidades de cuidados intermedios, para los pacientes de cirugía cardiaca.