El modelo de unidad multidisciplinar de sensibilización central se basa en la presencia de un médico, un profesional de Enfermería y otro de Psicología, todos expertos en el síndrome de sensibilización central, que es una amplificación del estímulo nociceptivo, en el sistema nervioso central que desencadena una hipersensibilidad al dolor. Así lo defiende Antoni Fernández Solà, médico internista que en la actualidad trabaja en Althaia Manresa y Sanitas Barcelona, y es miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Síndrome de Sensibilidad Central (SESSEC).
La primera Unidad Pública de Síndrome de Sensibilización Central nació en el Centre Sanitari del Solsonès (Lleida) en 2009, de la mano del propio Fernández Solà. Dos años después, este nuevo modelo de trabajo con los pacientes, pionero en la época, fue presentado en la 10ª Conferencia Internacional de la Asociación Internacional del Síndrome de Fatiga Crónica, celebrada en Ottawa (Canadá).
“Todos los profesionales que intervienen en la unidad multidisciplinar deben conocer la enfermedad”, explica Fernández Solà, quien recuerda que este planteamiento está en la actualidad “franquiciado en diversas unidades”, como las unidades de alta complejidad que Sanitas lleva en Barcelona, Sant Just (Manresa) y Solsona (Lleida). Además, hay una unidad en Mallorca.
Fernández Solà también es uno de los impulsores del Manual del Síndrome de Sensibilidad Central, editado en 2018. “Este libro hace una explicación sencilla y divulgativa del síndrome de sensibilización central, que se llama así porque está producido por el mecanismo de lesión de Neurología llamado sensibilización”.
Aparte de su actividad asistencial, estas unidades de sensibilización central tienen una actividad científica, en colaboración con el Hospital Vall d’Hebron de Barcelona. “Vamos a trabajaren una actividad divulgativa, y pretendemos extender esta cooperación hacia la actividad formativa con cursos para profesionales, porque consideramos que la formación es un gran déficit de la Sanidad española. Podemos seguir creando estas unidades especializadas, pero necesitan personal experto”.
Reumatología y Neurología
Las unidades de sensibilización central están en contacto permanente con otras especialidades, como Reumatología y Neurología. “Tratamos enfermedades sistémicas que afectan a diversos órganos, por lo que es fácil que el internista pueda manejarlas mejor, porque tiene un angular mucho más abierto y no le preocupa si el paciente también tiene alteración de la tiroides o un problema cognitivo. El internista puede valorar a nivel general los problemas neurológicos, la fatiga, el rendimiento o la taquicardia; tal vez por estos motivos los internistas somos los especialistas que más manejamos estos síndromes”.
“Los médicos clínicos tratamos directamente a los pacientes y enfocamos casi el cien por cien de nuestro trabajo en el tratamiento. Queremos mejorar la salud de nuestros pacientes, y, en consecuencia, también su calidad de vida y su bienestar. Nos enfocamos absolutamente en el tratamiento, porque el diagnóstico, las pruebas diagnósticas y el establecimiento de grados ya están muy bien sistematizados. Es un síndrome muy heterogéneo que afecta de forma diferente a cada paciente”, explica.
Las unidades de sensibilización central deben estar formadas por un médico, una enfermera y un psicólogo especializados
“Tratamos enfermedades sistémicas que afectan a diversos órganos, por lo que es fácil que el internista pueda manejarlas mejor”, señala Antoni Fernández Solà
Eva Fariña
12 de diciembre 2018. 12:22 pm