Tanto Previsión Sanitaria Nacional (PSN) como la Fundación Ad Qualitatem son sinónimos de calidad, y en la búsqueda de hablar, no sólo de las deficiencias, sino de los ámbitos de mejora del Sistema Nacional de Salud, han puesto en marcha un Ciclo de Conferencias, en el que diversos expertos debatirán sobre este tema. La conferencia inaugural corría a cargo de Javier Fernández Lasquetty, consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, que se presentaba además en un momento especialmente delicado para la Sanidad madrileña, puesto que como él mismo declaraba, 'el sistema está en el momento más comprometido de su historia'.
Según el consejero, la situación, debido a la crisis económica y a los presupuestos marcados por el Gobierno y a la vez comprometidos con Bruselas, llevan a que 'o hacemos reformas, o vamos a una situación insostenible'. En este sentido explicaba que Madrid siempre ha ido a la cabeza de las reformas sanitarias, con medidas que han ido desde 'la congelación de la carrera profesional, la contención de las plantillas, la reducción del número de liberados sindicales, la ampliación de la jornada de 37 horas y media, la prescripción por principio activo, o la libertad de elección', medidas, que según explica, tampoco fueron populares en su momento, pero que sin las cuáles, Madrid estaría gastando 1.000 millones más en Sanidad.
Plan para la sostenibilidad
La realidad es que la necesaria reducción de déficit público ha llevado a la Comunidad de Madrid a un ajuste presupuestario de 2.000 millones de euros, lo que supone un recorte de 533 millones en Sanidad para 2013, y por ello se ha presentado el polémico paquete de medidas para la sostenibilidad del SNS. Entre estas medidas, la que ha generado más rechazo, y ha sido motivo de numerosas manifestaciones, encierros en los hospitales públicos, y esta última semana de huelgas sanitarias, es 'la externalización de la actividad en seis hospitales', que según el consejero no suponen 'ni el cierre, ni la venta, ni el desmantelamiento de los mismos', y que son medidas que no son 'experimentos', puesto que ya existen tres hospitales en este régimen 'que están rodados y sabemos que funcionan bien', al igual que pone de ejemplo experiencias de este tipo en el resto de Europa, pese a que las organizaciones médicas argumentan mediante informes, que los resultados a nivel internacional de estos modelos no son positivos. Fernández Lasquetty explica que el ahorro está en que, según sus datos, estos centros tienen un coste de 440 euros por paciente, frente a los 600 euros que se gasta actualmente en estos hospitales. 'Además es un sistema de retribución muy especial, es un sistema capitativo, es decir, que Madrid paga una cantidad fija por cada una de las personas que componen la población del hospital', y la empresa sanitaria que se hace cargo de los mismos, tiene penalizaciones en el caso de que la persona decida cambiar de centro, o debe igualmente hacer frente al pago íntegro del tratamiento del paciente, si este necesita ser llevado a un centro de referencia. Esto es por lo tanto, 'un incentivo para buscar la satisfacción del paciente', por ello se obtienen altos porcentajes en este sentido, aunque no ofrecía cifras respecto a la calidad objetiva de la asistencia. Pese a ello, respondía que no se pretende exportar este modelo a más hospitales, puesto que el tamaño de estos seis, y su régimen de colaboración público privada, los hacen más adecuados para el mismo.
En cuanto a otro de los puntos de conflicto, tanto con pacientes como con profesionales, fue el anuncio de la reconversión del Hospital Universitario de La Princesa en un centro especializado en atención a mayores. Lasquetty afirmaba a este respecto que se procederá a 'la especialización de este hospital, que aunque seguirá siendo un hospital que atienda a toda su población, pero que desarrollará 29 programas específicos de patologías muy relevantes en la población anciana'.
Igualmente, en cuanto al euro por receta, matizaba que el máximo a pagar serán 72 euros por año, y que estarán exentos los mismos grupos que lo están a partir de la reforma del copago farmacéutico, realizada por el Ministerio de Sanidad.
Rigidez en la gestión del personal
'El papel de los profesionales es clave y queremos seguir trabajando juntos, en equipo, como hasta ahora', declaraba el consejero, que explicaba que las decisiones que toman en el día a día los profesionales son las más importantes a la hora de ser coste efectivos.
Alfredo Milazzo, presidente de la Fundación Ad Qualitatem, planteaba precisamente una duda de ordenación profesional al consejero, en el sentido de que podría ser conveniente profundizar en otras medidas, puesto que parte del fracaso deriva no en la gestión pública en sí, sino en 'la rigidez en la gestión del personal'. Fernández Lasquetty le contestaba que todas estas reformas de tipo estructural, 'hubieran valido en un tiempo en el que no hubiera existido el desfondamiento de las arcas públicas', porque suponen ahorro a largo, pero no a corto plazo, y la situación es de urgencia, aunque 'son todas ellas bienvenidas'. Aun así, se mostraba de acuerdo en la existencia de una rigidez 'no sólo al despedir, sino también al incentivar' al personal sanitario. 'En ningún país de los primero que apostaron por la Sanidad pública las personas que atienden a los ciudadanos trabajan bajo un régimen como el nuestro, y por algo será'.