El Grupo PrevInfad de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria aconseja iniciar este hábito desde las primeras etapas de la vida del menor
22 de abril 2024. 11:21 am
Leer cuentos a los niños desde etapas precoces de la vida es un tipo de comunicación que promueve el contacto humano y la relación afectiva de los menores con sus padres y madres. Esta es la conclusión de una revisión que acaba de publicar el…
Leer cuentos a los niños desde etapas precoces de la vida es un tipo de comunicación que promueve el contacto humano y la relación afectiva de los menores con sus padres y madres. Esta es la conclusión de una revisión que acaba de publicar el Grupo de Prevención en la Infancia y Adolescencia (PrevInfad) de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) y del Programa de Actividades Preventivas y Promoción de la Salud (PAPPS). Con motivo del Día Internacional del Libro, que se celebra este 23 de abril, los pediatras de Atención Primaria reiteran esta recomendación para todas las familias con menores.
En concreto, promover la lectura desde los primeros años de vida es recomendable no solo desde el punto de vista académico, sino también para el correcto desarrollo integral de la infancia. Esta promoción puede comenzar mucho antes de que los niños y niñas se inicien en la lectoescritura en el ámbito académico. Estimula su desarrollo cerebral, cognitivo y afectivo.
Leer cuentos a edades tempranas
Ana Garach del Grupo PrevInfad explica que leer cuentos en edades tempranas favorece la adquisición del lenguaje y repercute de manera directa en el desempeño escolar. Asimismo, influye en el desarrollo “al dar la oportunidad de escuchar, pensar, sentir, preguntar”, y permite trabajar las emociones. Conseguir estos beneficios de la lectura es más factible si se realiza desde edades muy tempranas, “incluso desde los primeros días de vida”.
PrevInfad indica en la recomendación, además, que “las intervenciones parentales sobre los hijos durante los tres primeros años de vida son eficaces para mejorar los resultados de su desarrollo durante la primera infancia”, un efecto que “se muestra en todo tipo de familia, sea cual sea el nivel socioeconómico”.
No obstante, han existido diversas iniciativas en el ámbito internacional en las últimas décadas orientadas a esta promoción de la lectura en familia. La primera que recoge la monografía de PrevInfad es la de un grupo de pediatras y personal de enfermería en 1989, que fundaron en el Boston City Hospital de Massachusetts (EE UU) una organización cuyo objetivo era comprometer a las familias con la alfabetización de sus hijos con acciones como la lectura en voz alta. Con esta estrategia se previenen problemas del desarrollo y se estimula el aprendizaje infantil temprano. En las últimas décadas han surgido diversas iniciativas similares en Europa.