La levadura de panadería ha brindado a un equipo de científicos, importantes conocimientos sobre los procesos básicos probablemente implicados en enfermedades como el Parkinson y el cáncer. En un nuevo estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, expertos de Alemania, Reino Unido…
La levadura de panadería ha brindado a un equipo de científicos, importantes conocimientos sobre los procesos básicos probablemente implicados en enfermedades como el Parkinson y el cáncer. En un nuevo estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, expertos de Alemania, Reino Unido y Portugal detallan su investigación, que describe por primera vez una función clave en el desarrollo celular relacionada con la aparición de estas enfermedades devastadoras.
'Este trabajo muestra cómo aprovechar organismos simples puede ayudar a acelerar el descubrimiento de procesos biológicos más complejos. Las células de levadura son realmente excelentes, viviendo en tubos de ensayo, como una potente caja de herramientas que nos permite aprender sobre los fundamentos de los trastornos humanos complejos', subraya uno de los principales autores del trabajo, Tiago Outeiro, del Centro Médico de la Universidad de Goettingen, en Goettingen, Alemania, y el Instituto de Medicina Molecular de Lisboa, Portugal.
El equipo estudió una familia de proteínas en la levadura (Hsp31, HSP32, Hsp33 y Hsp34) que se relaciona con una proteína humana conocida como DJ-1.
Las mutaciones en la proteína DJ-1 humana causan el inicio temprano de las formas hereditarias de la enfermedad de Parkinson y las alteraciones en la proteína humana también se han asociado con las formas más comunes de la enfermedad de Parkinson. Además, los cambios en la función de DJ-1 se vinculan con ciertas formas de cáncer.
'Esta importante investigación aporta nuevos datos sobre las causas de la enfermedad de Parkinson', apunta otro miembro del equipo, la doctora Claire Bale, gerente de Comunicación de Investigaciones en Parkinson en Reino Unido. 'Aunque las mutaciones en el gen DJ-1 causan formas hereditarias raras de la enfermedad, creemos que comprender la función de esta proteína crucial y cómo ayuda a mantener sanas las células nerviosas podría ser importante para el desarrollo de tratamientos contra el Parkinson', afirma.
El doctor Giorgini agrega: 'A pesar de que la proteína humana DJ-1 se ha relacionado con la enfermedad de Parkinson, su función celular central no se entiende bien y, por lo tanto, no está claro por qué las mutaciones en esta proteína causan esta enfermedad devastadora. Nuestro estudio arroja más datos sobre lo que DJ-1 y las proteínas relacionadas están haciendo a nivel celular y puede, en definitiva, tener importancia para una mejor comprensión del Parkinson'.
Los científicos descubrieron que las versiones de la proteína humana de la levadura son importantes para mantener la vida útil normal de la célula de la levadura y están involucradas en la regulación de la autofagia, un proceso que lleva a la ruptura de la célula y el reciclaje de los componentes celulares dañados. La vida útil y la autofagia son procesos centrales en el contexto de la enfermedad de Parkinson y el cáncer.
Este trabajo es fundamental, ya que proporciona una función celular precisa para las proteínas de la familia de DJ-1, que enlaza con algunas de las funciones moleculares previamente atribuidas a estas proteínas. Este trabajo, en última instancia, podría proporcionar nuevos conocimientos sobre los mecanismos que contribuyen a la enfermedad de Parkinson y el cáncer.
'Nuestro trabajo es importante porque sugiere que DJ-1 humana puede funcionar de una manera similar a la versión de la levadura de esta proteína. Se deben realizar estudios similares con DJ-1 humana en células nerviosas para aclarar su función y ver si esto contribuye a la formación de la enfermedad de Parkinson. En última instancia, entender detalladamente cómo funcionan estas proteínas puede permitirnos llegar a nuevas estrategias para tratar la enfermedad de Parkinson, el cáncer y otros trastornos relacionados', afirma Leonor Miller-Fleming, del Instituto de Medicina Molecular de Lisboa y la Universidad de Leicester, en Reino Unido.
Los científicos creen que los próximos pasos deben dirigirse a comprender mejor los detalles de cómo las proteínas de la familia DJ-1 regulan la autofagia y si esto se aplica a las neuronas humanas, en particular a las dopaminérgicas, que son las células nerviosas más sensibles a perderse en la cerebro de los enfermos de Parkinson.