La diabetes es, actualmente, la mayor causa de enfermedad renal terminal en el mundo, tanto en países desarrollados como emergentes, y se desarrolla en un tercio de toda la población con diabetes. Para subrayar la importancia del riñón en el manejo de esta patología, la Alianza Boehringer Ingelheim y Lilly en Diabetes ha celebrado la sesión plenaria 'Linagliptina. Hacia una mayor seguridad en el tratamiento de la diabetes'.
En este encuentro se han presentado los primeros resultados del estudio PERCEDIME2, puesto en marcha por la redGDPS con el objetivo de evaluar la Prevalencia de la Enfermedad Renal Crónica en pacientes con diabetes tipo 2 en las consultas de Atención Primaria de nuestro país. Una de las principales conclusiones de este estudio es que 'casi el 20 por ciento de los pacientes con diabetes tipo 2 tienen algún grado de insuficiencia renal crónica en España', según ha explicado el doctor Manel Mata, médico de familia y coordinador de redGDPS en Cataluña.
La nefropatía diabética es una de las principales complicaciones de la diabetes. Se trata de una enfermedad crónica y progresiva de los riñones que, además, se asocia a un riesgo mayor de sufrir patologías cardiovasculares y a una esperanza de vida media menor.
Es posible que las personas con diabetes que desarrollen nefropatía no experimenten síntomas en las primeras etapas de la enfermedad. Sin embargo, el tratamiento temprano de la diabetes tipo 2 puede tener implicaciones importantes, dado que incluso en los casos en los que no existan síntomas aparentes, retrasar la progresión de la nefropatía reduce significativamente la morbimortalidad. Además, la hipertensión arterial, la obesidad, el tabaquismo y el sedentarismo son factores de riesgo explícito de la nefropatía diabética.
Linagliptina, nueva opción de tratamiento
A medida que la nefropatía avanza, la elección del tratamiento de la diabetes se ve cada vez más limitada. Muchos tratamientos actuales de la diabetes tipo 2 están contraindicados o no se recomiendan en pacientes que además presentan insuficiencia renal. Hasta el momento, los médicos se encontraban ante el tratamiento de la diabetes tipo 2 relacionada con nefropatía o insuficiencia renal con pocas opciones terapéuticas disponibles.
En este sentido, el doctor Mata se ha referido al estudio sobre la evaluación de la Calidad de la Atención a la Diabetes en AP, que redGDPS llevó a cabo en 2007. Este estudio se realizó en pacientes diabéticos con creatinina, y los datos en Cataluña revelaron que 'un 46,9 por ciento de los pacientes con insuficiencia renal grave deben ser tratados con un fármaco más seguro en insuficiencia renal.
El reciente lanzamiento de linagliptina (Trajenta) al mercado español ha abierto una nueva vía de tratamiento en pacientes con DM2, alrededor de tres millones de personas diagnosticadas en nuestro país. El doctor Josep Franch, médico de AP en Barcelona y miembro de RedGDPS, ha destacado que 'linagliptina se puede utilizar con toda la tranquilidad en pacientes con insuficiencia renal, una situación bastante frecuente en diabetes tipo 2, ya que no se elimina por vía renal, sino biliar'. 'Esta es la principal diferencia de linagliptina respecto al resto de inhibidores DPP-4', ha añadido.
Linagliptina destaca, además, 'por no requerir ajuste de dosis en aquellos pacientes con deterioro o perjuicio de la función renal, a diferencia de otros inhibidores de la DPP-4', tal y como ha señalado.
Eficacia, seguridad y tolerabilidad
El programa de ensayos clínicos de fase III ha incluido a más de 6.000 pacientes en 40 países de todo el mundo y ha evaluado los perfiles de eficacia, seguridad y tolerabilidad de linagliptina en monoterapia y en combinación con otros tratamientos usados frecuentemente para el tratamiento de la diabetes.
Un análisis conjunto de tres grandes estudios de fase III, aleatorizados, controlados con placebo demostró que los pacientes que recibieron linagliptina presentaron reducciones de la HbA1c, independientemente del grado de función renal, del -0,63 por ciento para los pacientes con una actividad renal normal y del -0,69 por ciento para aquellos con una insuficiencia renal leve y moderada.
Además, en un estudio adicional que evaluaba los pacientes con diabetes de tipo 2, con insuficiencia renal grave y con un control insuficiente de la glucemia, linagliptina mostró una reducción clínicamente significativa de la HbA1c ajustada a placebo del -0,6 por ciento a las doce semanas de tratamiento. La función renal se mantuvo estable a lo largo del tiempo y el número de muertes cardiovasculares en la población de alto riesgo fue bajo, con un paciente por grupo de tratamiento.