Se trata de niraparib, y ha demostrado una reducción del riesgo de progresión o muerte en un 73 % en las pacientes con cáncer de ovario en recaída y mutación en el gen BRCA
20 de septiembre 2019. 1:15 pm
Actualmente, el tratamiento del cáncer de ovario consiste en cirugía especializada más un tratamiento con quimioterapia basada en platino. Este tratamiento resulta más eficaz cuando se diagnostica en una fase inicial de la enfermedad. Sin embargo, entre el 70 y el 80 por ciento de…
Actualmente, el tratamiento del cáncer de ovario consiste en cirugía especializada más un tratamiento con quimioterapia basada en platino. Este tratamiento resulta más eficaz cuando se diagnostica en una fase inicial de la enfermedad. Sin embargo, entre el 70 y el 80 por ciento de los diagnósticos en nuestro país se producen en fases avanzadas, lo que provoca, a su vez, que cerca del 80 por ciento de las pacientes sufran una recaída. Para este tipo de pacientes llega a España Zejula (niraparib), un nuevo inhibidor de las polimerasas PARP1 y PARP2 (poli ADP-ribosa polimerasa), para mujeres con cáncer de ovario recurrente sensible a platino.
En cuanto a las cifras de este tratamiento, niraparib ha demostrado un beneficio clínico significativo reduciendo el riesgo de progresión o muerte en un 73 por ciento en las pacientes con cáncer de ovario en recaída y mutación en el gen BRCA. Asimismo, también aporta un beneficio clínico significativo reduciendo el riesgo de progresión o muerte en un 55 por ciento en pacientes sin mutación en el gen BRCA.
En palabras de Arturo López, director médico de GSK España, “a pesar de un óptimo tratamiento inicial del cáncer de ovario y de la quimiosensibilidad de la enfermedad, un gran porcentaje de las pacientes presentan recaídas, por lo que es muy satisfactorio poder aportar una innovadora solución terapéutica como Zejula, que ha demostrado un espectro más amplio de acción que otro tratamientos con inhibidor de PARP, retrasando la progresión de la enfermedad”.
Inhibidores de PARP
Por su parte, Andrés Redondo, oncólogo del Hospital Universitario La Paz y secretario del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Ovario (GEICO), explicaba que “niraparib es un fármaco que sin duda va a cambiar la historia natural del cáncer de ovario, contribuyendo de manera muy significativa a mantener durante más tiempo la respuesta que conseguimos con la quimioterapia. Tal y como hemos observado en los ensayos clínicos, en algunas pacientes el beneficio puede ser muy prolongado (más de 4 años), algo que no conseguíamos con los fármacos actualmente disponibles”.
En cuanto al funcionamiento de este tratamiento, hay que explicar que la enzima PARP actúa reparando las roturas de las cadenas de ADN de las células, con lo que contribuye a mantenerlas vivas. En células tumorales, la inhibición de esta enzima contribuye a que no se reparen esas roturas, impidiendo, en consecuencia, que dichas células tumorales se reproduzcan o que sigan vivas.