En la actualidad se atiende a cerca 38.000 derechohabientes que viven con VIH en 140 unidades hospitalarias en el país. Al respecto, el director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Mikel Arriola, destacó que en el periodo 2000 al 2015 la tasa de casos nuevos se redujo de 8.57 a 5.33 por cada 100.000 derechohabientes.
También se logró la Meta del Milenio de reducción de mortalidad por Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) planteada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) la cual se ubica en menos de 3.5 defunciones por cada 100.000 habitantes, tomando en cuenta que en 2008 alcanzó un pico de 4.7 y de 3.9 en el año 2015.
En cuanto a las acciones que apoyaron estos resultados se encuentra el aumento en el abasto de fármacos antirretrovirales en 40 claves para reforzar el cuadro básico de medicamento en el IMSS y hacerlos disponibles en todos los estados del país.
Por su cuenta, el titular del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado, José Reyes Baeza detalló que el dicha institución cuenta con 50 clínicas especializadas en el manejo del VIH en las cuales se detectaron 692 nuevos casos en el presente año.
Se estima que en México treinta personas son contagiadas con el Virus de Inmunodeficiencia Adquirida, se estima que existen 125.000 personas en tratamiento antirretroviral en el Sector Salud del país, que corresponden a edades entre los 20 y 29 años.
El costo del tratamiento se ha disminuido en 75 por ciento gracias a los esfuerzos de la Secretaría de Salud y sus dependencias, pasando de 150 mil pesos por persona en el año 2000, a 37 mil pesos por año en 2016.
La Directora General del Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH y el Sida (CENSIDA), Patricia Uribe Zúñiga, subrayó la necesidad de adaptar las estrategias de prevención, detección y atención desde el nacimiento hasta la tercera edad y la muerte pues aunque el mayor contagio sea por relaciones sexuales sin protección, no es la única práctica de riesgo.
Existen diversas formas de prevenir el contagio por contacto sexual por ejemplo con el uso de preservativo masculino o femenino como sistema de barrera y no tener contacto directo con fluidos corporales en boca, ojos o heridas.
En el ambiente hospitalario es indispensable utilizar material estéril con cada paciente pues el contacto en sangre contiene la carga viral más elevada. En casa se debe evitar compartir el uso de cuchillas o navajas de afeitar, así como cepillos de dientes.