La reciente ola de calor en el país puede provocar de manera más fácil y frecuente enfermedades gastrointestinales, esto debido a cambios de clima como la reciente ola de calor que ataca al país, de manera más común aparecen diarreas y vómitos provocadas por deshidratación o intoxicación por alimentos perecederos.
La facilidad de reconocer un problema gastrointestinal es fácil y va de acuerdo con el organismo de cada persona, si el paciente está consciente de que el número de sus evacuaciones diarias son tres y por algún factor desconocido aumenta al doble se puede tener una clara sospecha de que ahí hay una irregularidad importante que puede ser una diarrea sobre todo si persiste.
Una diarrea crónica puede durar hasta cuatro semanas, lo que ocasiona una severa deshidratación del paciente. Alrededor de esta enfermedad hay mitos que deben ser corregidos, como la idea de que el paciente no debe ingerir alimentos sólidos, sin embargo, si el paciente bebe sólo agua, evacuará sólo agua.
Tipos de diarrea
Una diarrea osmótica tiene como condición una inflamación y secreción del intestino y mala absorción de los medicamentos, como es el caso del cólera.
En ocasiones observar las heces puede prevenir algunas enfermedades, frecuentes evacuaciones parecidas a un espagueti nos remonta a la posibilidad de un cáncer intestinal provocados por E. Coli, que entre sus subtipos puede ser enteropatógena, enteroinvasiva, enterotoxigénica y cada una manifestará síntomas diferentes.
Las diarreas inflamatorias tienden a colonizar y causar úlceras, sangrado como la amiba que provoca lesiones muy severas, aunque no es infecciosa.
Evitar contagio
En el caso de los niños la infección por bacterias es provocada por la madre, quien es la que proporciona los alimentos por ese motivo es importante seguir indicaciones claras para evitar la contaminación como son:
- Realizar un correcto lavado de manos con agua y jabón, cuyo masaje dure aproximadamente un minuto, y enjuagar con abundante agua antes y después de ir al baño, antes de preparar y consumir alimentos, al cambiar un pañal o tener cualquier posible contacto con haces o desechos sanitarios de cualquier tipo.
- No beber agua de dudosa procedencia, asegurarse de que sea agua potable ya sea embotellada, hervida o desinfectada, también lavar y desinfectar frutas y verduras antes de su consumo, así como evitar consumir comidas crudas o en la vía pública debido a que la polución de las grandes ciudades contiene un porcentaje de heces fecales evaporadas en el ambiente.