El 23º Congreso EuroMedLab ha tenido como principal protagonista el papel del laboratorio clínico en la detección y tratamiento de las enfermedades de la sangre. De esta forma, los expertos en laboratorio clínico han llegado a la conclusión de que el uso del microscopio no sustituye a los análisis automáticos en la detección de ciertas patologías hematológicas. Al mismo tiempo se ha puesto en valor el papel de los profesionales que son los que tienen que interpretar los indicios y tomar decisiones clínicas en base a los mismos.
En esta sentido, Anna Merino, del departamento de Bioquímica y Genética Molecular del Hospital Clínic de Barcelona ha expuesto que “es cierto que los analizadores hematológicos han evolucionado y cada vez proporcionan datos más fiables y completos sobre los parámetros hematológicos de nuestros pacientes. Sin embargo, la revisión de las células sanguíneas al microscopio sigue siendo esencial”.
En la misma línea, Ángel Molina, del departamento de Bioquímica y Genética Molecular del Hospital Clínic de Barcelona, ha citado a modo de ejemplo de estos análisis que “a pesar de la alta calidad y gran cantidad de información que proporcionan los autoanalizadores hematológicos, el examen morfológico de la sangre periférica sigue siendo una herramienta fundamental para valorar al paciente con un cuadro de anemia”.
Cabe recordar que este congreso está organizado por la Sociedad Española de Medicina de Laboratorio (SEQCML) y auspiciado por la Federación Internacional de Química Clínica y Medicina de Laboratorio (IFCC) y la Federación Europea de Química Clínica y Medicina de Laboratorio (EFLM).
El impacto de la globalización
Otra de las cuestiones que salieron a relucir en este foro fue el hecho de que los flujos migratorios han hecho que se detecten enfermedades hematológicas en países donde no eran prevalentes. Sobre este hecho, Mar Mañú, del Instituto de Investigación Vall d'Hebrón de Barcelona ha expuesto que enfermedades en principio tenían un cierto carácter endémico, asociadas a determinadas regiones (la beta-talasemia en el área mediterránea, la alfa-talasemia en el sudeste asiático y el síndrome de células falciformes en África y Oriente Medio), “pero los flujos migratorios han conducido no sólo al incremento en la prevalencia de las hemoglobinopatías en países donde tradicionalmente eran prácticamente inexistentes, sino también a una elevada heterogeneidad genética que en muchas ocasiones dificulta su diagnóstico”. Esto hace necesario una actualización de los profesionales que se encargan del diagnóstico y análisis de estas enfermedades.
Por otra parte, se ha defendido la importancia de llegar a consensos en cuanto a los llamados “valores críticos” en las pruebas de laboratorio, aquellos resultados de las pruebas de laboratorio con valores tan extremos que representan una situación de amenaza para la salud del paciente, y por lo tanto, es necesario que sean urgentemente notificados a los clínicos.
Igualmente, según las recomendaciones publicadas recientemente por el ICSH, los resultados críticos relacionados con los hallazgos morfológicos en la sangre incluirían la presencia de parásitos intraeritrocitarios, como la malaria, o la presencia de esquistocitos, que indican procesos relacionados con microangiopatías trombóticas.
Los análisis automáticos no sustituyen al microscopio en la detección de patologías hematológicas
Los flujos migratorios han hecho que se detecten enfermedades hematológicas en países donde no eran prevalentes
El Médico Interactivo
20 de mayo 2019. 1:45 pm