No hay límite de edad para el tratamiento con
estatinas, pero sí es importante evaluar los riesgos y beneficios del tratamiento en personas de edad avanzada.
Es importante evitar la polimedicación y considerar si los beneficios que le puede aportar la
estatina al paciente son mínimos. No existen ensayos clínicos sobre el uso de
estatinas en
prevención primaria en mayores de 74 años.
Sin embargo, en hombres mayores de 65 años y mujeres mayores de 74 años con múltiples
factores de riesgo, con un riesgo estimado a los 10 años de un 10-20% y que tras tratamiento dietético el cLDL continúa siendo mayor a 130, habría que considerar el uso de
hipolipemiantes.
Recomendaciones
De hecho, las últimas recomendaciones de las guías europeas, con un nivel B, es considerar iniciar tratamiento con
estatinas en
prevención primaria en pacientes mayores de 70 años si tienen alto riesgo cardiovascular.
La edad no debe ser un criterio para suspender un
tratamiento hipolipemiante, sino la presencia de un deterioro cognitivo o funcional avanzados o la existencia de una enfermedad con un pronóstico vital malo o corto plazo.
Hay que recordar que no hay evidencia robusta para la suspensión del
tratamiento hipolipemiante.
Prevención primaria
Tanto en
prevención primaria como en
prevención secundaria hay que individualizar el empleo de
estatinas en función de las características del paciente y sus comorbilidades.
No solo la edad debe ser el factor a tener en cuenta para suspender un
tratamiento por mala tolerancia, hay que individualizarla en función del
riesgo cardiovascular del paciente y los beneficios que puede aportarle la
estatina.
Los beneficios de las
estatinas son independientes de la edad y en personas mayores son los mismos que en otros grupos de población, teniendo en cuenta que la edad aumenta el
riesgo cardiovascular, el beneficio que aportaría la
estatina sería mayor.
El tratamiento con
estatinas a dosis moderadas en pacientes mayores con enfermedad coronaria reduce el riesgo de mortalidad total, de infarto agudo de miocardio y de revascularización coronaria.
Prevención secundaria
En
prevención secundaria son de utilidad para alcanzar los objetivos terapéuticos en
pacientes mayores con un mayor riesgo cardiovascular, sean frágiles o no.
Además, en los pacientes frágiles, las dosis altas de
estatinas pueden aumentar los efectos secundarios, por lo que la asociación de
estatinas y ezetimiba puede mejorar la seguridad en estos pacientes.
Efectos pleiotrópicos
Hay que tener en cuenta que las
estatinas también tienen efectos pleiotrópicos; es decir, no solo reducen las concentraciones plasmáticas de colesterol sérico total y cLDL, sino que tienen otros múltiples efectos farmacodinámicos.
Entre estos se encuentra su acción antiagregante, modificación de la actividad del endotelio vascular, estabilización de la placa de ateroma, atenuación de la proliferación y migración de células vascular, modulación de la inmunidad y acción antiinflamatoria antioxidativa.
Para la elaboración de este artículo se ha contado con la colaboración de los doctores especialistas en Cardiología Marcos García Aguado, Javier Ortega Marcos, Ángel Solloso Martínez y Ana María Vaquero Martínez, y los médicos de Familia Amalia García Muñoz Fernando Felipe Dantas Tuma, de Talavera de la Reina, Toledo.