La microbiota parece que juega un papel como agente necesario, o al menos como mediador, en las enfermedades inmunomediadas
3 de febrero 2020. 1:30 pm
Uno de los últimos hallazgos respecto a las enfermedades inflamatorias inmunomediadas, es que las alteraciones genéticas que presentan hacen que, con frecuencia, un mismo paciente sea diagnosticado de dos o más enfermedades inmunomediadas al mismo tiempo. Por ejemplo, se ha demostrado que entre el 5…
Uno de los últimos hallazgos respecto a las enfermedades inflamatorias inmunomediadas, es que las alteraciones genéticas que presentan hacen que, con frecuencia, un mismo paciente sea diagnosticado de dos o más enfermedades inmunomediadas al mismo tiempo. Por ejemplo, se ha demostrado que entre el 5 y el 10 por ciento de casos de espondiloartritis van a desarrollar una enfermedad intestinal manifiesta.
De esta forma, diversos expertos se han reunido en Madrid en el
I Curso Multidisciplinar en Reumatología, Dermatología y Enfermedad Inflamatoria Intestinal, organizado por la Sociedad Española de Reumatología, con la colaboración de Gebro Pharma. En este foro, se ha puesto de manifiesto la necesidad de impulsar un adecuado abordaje multidisciplinar, para garantizar la calidad asistencial y pretende homogeneizar al máximo la atención de los pacientes. Además, contribuye a reducir la variabilidad clínica en el manejo de estas enfermedades y supone fomentar un correcto cribado y derivación entre las diferentes especialidades implicadas, que favorecen establecer un buen manejo clínico y terapéutico del paciente con las diferentes patologías y sus comorbilidades”.
El papel del intestino
Otra de las cuestiones que se han abordado en este encuentro es que el intestino es el órgano humano con mayor cantidad de células inmunitarias. En este sentido, la microbiota parece que juega un papel como agente necesario, o al menos como mediador, en las enfermedades inmunomediadas. Tal y como ha explicado Xavier Aldeguer, del Servicio de Aparato Digestivo del Hospital Doctor Josep Trueta de Girona, en un contexto de predisposición de tipo genético y epigenético, la acción ambiental parece verse mediada por los cambios en la microbiota”.
No obstante, a día de hoy es difícil establecer hasta dónde llega el factor patogénico y lo que sería un epifenómeno (fenómeno secundario) a la hora de establecer la implicación que pudiera tener la flora microbiana en el desarrollo de enfermedades autoinmunes como el lupus o la artritis reumatoide. Sin embargo, según Aldeguer, lo que sí es posible afirmar, es que “la disbiosis (es decir, una disminución en la diversidad bacteriana que afecta sobre todo al grupo de bacterias fermentadoras, Firmicutes) es una constante en las enfermedades reumatológicas, efecto que también parece asociarse a un aumento de la permeabilidad intestinal que se traduce en una mayor proporción de bacterias de origen intestinal circulando por el torrente sanguíneo”.
De esta forma, diversos estudios han evidenciado el papel de la microbiota como señal, como un 'chivato', muy precoz probablemente debido a cambios en el microambiente inmunológico y epigénico intestinal derivados a su vez a cambios de las distintas redes inmunológicas de clones de