La importancia de la prevención, de denunciar, del acompañamiento jurídico y de no normalizar las agresiones, principales conclusiones de la mesa redonda ‘Violencia en el ámbito sanitario’ organizada por el Colegio de Médicos. Se trata de una iniciativa del
Colegio de Médicos de la Región de Murcia. Durante la misma la organización colegial reunió a Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, expertos jurídicos y Administración sanitaria. Todos valoraron la situación actual de las agresiones en la Región.
Una de las conclusiones más relevadoras de esta jornada es aquella que señala que en los
centros sanitarios con más medidas de prevención y de seguridad, los trabajadores sufren un menor número de agresiones.
Asimismo, se abordó la importancia de, por encima de cualquier otra medida, la
prevención para evitar que se produzcan agresiones de cualquier tipo. Por otra parte, se puso en relieve la importancia de que las agresiones sean denunciadas por los profesionales, en cuyo caso también es relevante notificar la agresión al Colegio de Médicos. Igualmente, se confirmó como fundamental el acompañamiento jurídico de los agredidos y la declaración de todos los aspectos que puedan sustentar las denuncias.
Más medidas de prevención y de seguridad
Evitar que la violencia llegue a materializarse debe ser la principal medida para erradicar las agresiones. Para ello, la presidenta de la Junta Comarcal de Caravaca del Colegio de Médicos, Soledad Guillén, trasladó las principales medidas en las que hay que trabajar para la consecución del objetivo “agresiones igual a cero”.
Entre ellas, se encuentra habilitar medidas de prevención u de seguridad en todos los centros sanitarios. Algunas como el
botón antipánico conectado con Policía o Guardia Civil en todas las consultas del Servicio Murciano de Salud. También
guardias de seguridad, cámaras de vigilancia, des-adscripción inmediata del agresor a su cupo, etc.
Igualmente es importante
desarrollar campañas informativas a la población para concienciar sobre esta grave problemática social. También campañas de formación a los profesionales para afrontar un episodio de estas características, informar a la población de las consecuencias legales de una agresión.
Por último, es necesario
dotar de las plantillas de profesionales dimensionadas correctamente para evitar listas de espera desorbitadas, ya que esto es uno de los conflictos que genera un caldo de cultivo para las agresiones.