Las principales asignaturas pendientes en el tratamiento del dolor articular son la definición de unos criterios de derivación entre Atención Primaria y Especializada, y las listas de espera. Según los especialistas, la comunicación entre niveles asistenciales es “inexistente” en muchas ocasiones. Gracias a las nuevas…
Las principales asignaturas pendientes en el tratamiento del dolor articular son la definición de unos criterios de derivación entre Atención Primaria y Especializada, y las listas de espera. Según los especialistas, la comunicación entre niveles asistenciales es “inexistente” en muchas ocasiones. Gracias a las nuevas tecnologías, como la e-consulta, es posible establecer una mayor y mejor comunicación entre el centro de salud y el hospital. Dentro del hospital, el abordaje del paciente con dolor debe efectuarse en un grupo multidisciplinar formado por especialistas en Reumatología, Traumatología, Anestesia, Rehabilitación y Atención Primaria, entre otros profesionales sanitarios. Lo ideal es reunirse con periodicidad y, en cualquier caso, mantener una comunicación fluida.Desde las unidades del dolor a veces se recrimina que el paciente llega sin que haya agotado otras vías o sin haber realizado todas las pruebas necesarias.
El envejecimiento generacional causa más consultas por dolor que por la propia degeneración articular. Cada vez hay más incidencia de casos de patología degenerativa debido al envejecimiento. Las escalas de evaluación (EVA) son herramientas que se emplean de manera desigual en la práctica clínica, ya que en muchas ocasiones el paciente parece no comprender la pregunta o no sabe valorar su dolor. El dolor articular suele ser moderado-severo, y el paciente se queja, no tanto del dolor, como de la discapacidad que les supone.En este sentido, el dolor lumbar es el paradigma de motivo de consulta por la discapacidad que produce más que por el dolor que causa. Otras patologías frecuentes son las de rodilla y hombro. En cuanto a la patología del antepié es la que más cirugías provoca.
Obesidad y lesiones deportivas
El incremento de la incidencia de la obesidad ha dado lugar a un perfil de paciente que se queja por el dolor, pero no es capaz de bajar de peso. Seguir hábitos de vida saludables es una de las principales recomendaciones que se hace desde las consultas de Primaria y de Hospitalaria, aunque los médicos explican que tienen poco tiempo para hablar con su paciente y explicarle que debe ser partícipe de su tratamiento, que no solo consiste en tomar una pastilla, la rehabilitación o las corrientes.
Otros tipos de consultas frecuentes son las debidas a las lesiones deportivas. Existe un perfil de paciente mayor de 50 años que corre más de 7 Km y se queja por dolor articular. Esta generación no asume que el cuerpo envejece y, aunque se encuentre bien físicamente, con 60 años no es posible tener las mismas características que un joven de 25.
El riesgo de la cronificación
Los expertos alertan de la necesidad de abordar de forma temprana y correcta el dolor articular, ya que el tiempo que transcurre sin tratamiento ayuda a la cronificación. Un abordaje tardío puede provocar secuelas físicas que afectan a la calidad de vida del paciente. Las principales consecuencias son la hipersensibilidad, la hiperalgesia secundaria y la hipersensibilidad generalizada.En este ámbito destaca la falta de pautas o protocolos para hacer un buen seguimiento del paciente.
Prescripción y seguimiento
En Atención Primariamuchos médicos saben prescribir los fármacos mejor que los traumatólogos, sobre todo cuando se trata de un paciente pluripatológico que necesita más medicación, como un antidepresivo. Además, el médico del centro de salud tiene la capacidad de realizar un seguimiento del paciente y puede controlar la evolución del dolor. Una frase recurrente en la Atención Hospitalaria es “realizar control analgésico por el médico de cabecera”.
En la percepción subjetiva del dolor que tiene cada paciente, los especialistas observan que el usuario percibe mayor calidad de la asistencia si acude a los servicios de Fisioterapia o de Rehabilitación del hospital que cuando es atendido en el centro de salud. La labor formativa e informativa del médico en estos casos es especialmente complicada, porque debe hacer entender al paciente que el tipo de atención o el número de sesiones depende de la patología y no solo de la intensidad del dolor.
Han participado en la elaboración de este artículo los Dres. Gustavo Aparicio, del Hospital Clínico San Carlos de Madrid; Roberto Carrillo yVirginia Domínguez, del Hospital General de Móstoles; Rosa Ezquerro, del Hospital Nuestra Señora del Prado de Talavera de la Reina, y Ana Isabel Simón, del Hospital de Leganés.