Existe cierta preocupación sobre si la radiación UVA sobre las manos de usuarias y trabajadoras podría aumentar la incidencia de cáncer cutáneo
8 de febrero 2023. 4:02 pm
El auge de las manicuras permanentes, uñas acrílicas o de gel ha generado cierta desconfianza en torno a las lámparas de manicura que se utilizan para el secado de los productos. Cabe tener en cuenta que la radiación ultravioleta A es un conocido carcinógeno asociado…
El auge de las manicuras permanentes, uñas acrílicas o de gel ha generado cierta desconfianza en torno a las lámparas de manicura que se utilizan para el secado de los productos. Cabe tener en cuenta que la radiación ultravioleta A es un conocido carcinógeno asociado a la aparición de cáncer cutáneo. Lo es además tanto desde fuentes artificiales (fundamentalmente cabinas de bronceado) como de la luz solar. Y esta es, precisamente, la luz que utilizan las lámparas de secado en las que introducen sus manos las usuarias y usuarios de estas prácticas estéticas de moda.
Esta es una de las cuestiones que se ha abordado en la 37ª Reunión Nacional del Grupo Español de Fotobiología de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV).
“Estudios de fotobiología previos encuentran resultados diversos. Desde aquellos que no identifican un aumento del riesgo de cáncer a los que muestran que una exposición de 20 minutos a estas lámparas dio lugar a alteraciones en el ADN en células cutáneas cultivadas en laboratorio”, ha explicado José Aguilera, coordinador del Grupo Español de Fotobiología (GEF) de la AEDV.
Intensidad de exposición a las lámparas de manicura
Tras la consulta de la literatura, así como en centros dedicados a la realización de uñas de gel, “se confirma que el tiempo de secado no supera en ningún caso los dos minutos de exposición”. Por tanto, todo indica que la cantidad de radiación acumulada en ese tiempo que le llega realmente a una persona que se está realizando una de estas manicuras es de seis a ocho veces menos de la obtenida bajo el sol en un día de verano que pudiese dar lugar a algún tipo de daño en la piel.
Si bien los dermatólogos lanzan un mensaje de calma, también piden cierta precaución. No obstante, potencialmente, a la larga, y con mucha acumulación de sesiones, no se puedan descartar daños en el ADN celular. En concreto, debido a las longitudes de onda ultravioleta que utilizan estos dispositivos lumínicos, lo que a su vez podría generar fotoenvejecimiento y pigmentación, así como reacciones alérgicas en la piel.
Por ello, parece prudente por el momento utilizar medidas de protección, como fotoprotección en las manos antes del procedimiento o la utilización de guantes con protección UV que cubran toda piel excepto la zona de las uñas. El fotoprotector ideal que se debería recomendar a la población en estos casos es aquel que tenga un SPF de al menos 50 y que cuente con la garantía de protección UVA en su etiquetado.
Igualmente, es recomendable utilizar lámparas de manicura que utilicen leds de UV. Estos dispositivos sustituyen la luz fluorescente que había anteriormente por leds de UVA con espectro de emisión similar.