Expertos inciden en que los nuevos antidiabéticos orales logran modificar el pronóstico de la enfermedad cardiaca, renal y vascular de las personas con diabetes de tipo 2
La evidencia científica establece que la enfermedad cardiovascular es la causa más frecuente de mortalidad en pacientes con diabetes tipo 2. De hecho, la cardiopatía isquémica y la insuficiencia cardiaca son más frecuentes y tienen un peor pronóstico en las personas con diabetes tipo 2….
La evidencia científica establece que la enfermedad cardiovascular es la causa más frecuente de mortalidad en pacientes con diabetes tipo 2. De hecho, la cardiopatía isquémica y la insuficiencia cardiaca son más frecuentes y tienen un peor pronóstico en las personas con diabetes tipo 2. Tanto es así que se calcula que estos pacientes tienen un riesgo entre 2-4 veces mayor de sufrir un infarto de miocardio y la insuficiencia cardíaca afecta a 2 de cada 3 personas con diabetes.
Ante estos datos, durante la segunda reunión monográfica que celebra el Grupo Clínico y Traslacional en Diabetes (Grupo CTD), el debate se ha centrado en la reciente aparición de dos familias de fármacos (los inhibidores del co-transportador sodio/glucosa de tipo 2 -iSGLT2- y los agonistas del receptor de GLP-1 basados en análogos de GLP-1 humano -arGLP1- ) que han demostrado una reducción de eventos cardiovasculares en personas con diabetes.
La opinión de los expertos
Vivencio Barrios, del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario Ramón y Cajal (Madrid), “con la llegada de los iSGLT-2 y los arGLP-1 hemos logrado no solo el control glucémico eficaz de los pacientes con diabetes sino que también, y lo que es mucho más importante, hemos conseguir reducir el riesgo de desarrollo de las complicaciones cardiovasculares en esta población”. Como aporta el experto, esto está produciendo importantes variaciones en el pronóstico de los pacientes con diabetes tipo 2. “Estamos asistiendo a un cambio de paradigma en el tratamiento de los pacientes con diabetes”.
En esta misma línea, Juan Cosín, del Servicio de Cardiología del Hospital Arnau de Vilanova, argumentaba que “existen fármacos antidiabéticos clásicos como las sulfinilureas que, fundamentalmente por aumentar el riesgo de hipoglucemias, pueden elevar el riesgo de eventos cardiovasculares en personas con DM2, mientras que otros, como los iSGLT2 o los arGLP-1, reducen significativamente este riesgo y mejoran su pronóstico.
En concreto, como consecuencia de importantes estudios de seguridad cardiovascular solicitados por las autoridades regulatorias, hoy se sabe que dos grupos de fármacos (iSGLT-2 y arGLP-1), no solo son seguros sino que aportan beneficios cardio-vásculo-renales que son, al menos en una parte importante, independientes de su efecto reductor de la hiperglucemia.
Así, se ha confirmado que canagliflozina reduce la morbimortalidad renal y cardiovascular en pacientes con DM y ERC, probablemente a través de efectos pleiotrópicos directos sobre miocardio y riñón, así como por sus efectos hemodinámicos sistémicos y renales.