Los errores refractivos son cuatro: hipermetropía, miopía, astigmatismo y presbicia (vista cansada). Los primeros tres errores pueden detectarse desde la infancia, sin embargo, las personas nos acostumbramos a ver sin saber cuál es la vista ideal, asegura el doctor Jorge Granados Soto, director médico de…
Los errores refractivos son cuatro: hipermetropía, miopía, astigmatismo y presbicia (vista cansada). Los primeros tres errores pueden detectarse desde la infancia, sin embargo, las personas nos acostumbramos a ver sin saber cuál es la vista ideal, asegura el doctor Jorge Granados Soto, director médico de la Clínica Optivisión Laser.
Entre estos, el más limitante de todos es la miopía, aunque no es el error más frecuente, este es el que lleva a los pacientes a buscar con más frecuencia lentes correctivos por la incapacidad del individuo de llevar a cabo su vida cotidiana.
El ojo es una cámara con partes que le dan una calidad de visión gracias a la luz y se concentra en las máculas que necesitan ser simétricas para concentrar la luz de manera adecuada y se enfoque en un punto preciso para enfocar, cuando las diferentes partes del ojo incurren en una asimetría se producen las anomalías en la imagen.
Errores refractivos más frecuentes
Miopía: en este padecimiento se enfoca con demasiada fuerza y esto provoca que las células no capten bien la luz y se produzca una imagen lejana borrosa, es decir, la córnea puede ser muy poderosa o el ojo puede ser demasiado grande para la córnea y ahí se encuentra la asimetría.
En el caso de la hipermetropía el ojo es de un tamaño pequeño y la córnea es de tamaño normal, el paciente puede ver bien sin lentes por un tiempo gracias al músculo cristalino, pero la mácula no alcanza a enfocar de manera adecuada, es por eso que se produce una imagen borrosa. Este error no es tan famoso porque el cristalino puede modificarse con esfuerzo y le ayuda a la cornea a enfocar mejor, pero produce el problema de vista cansada en la edad adulta, es decir, a partir de los 40.
El astigmatismo es otro error de forma en la que la córnea esta ovalada y como consecuencia tiene dos puntos de enfoque de acuerdo con las dos diferentes curvaturas de la córnea y al mezclarse producen una imagen borrosa.
La vista cansada o presbicia es un proceso degenerativo que suele aparecer a partir de los 40 años y sucede en el músculo llamado cristalino, que es la parte del ojo que se esfuerza por enfocar adecuadamente y con el tiempo pierde elasticidad, fuerza y movimiento, es entonces cuando las cosas cercanas se ven borrosas y no pueden enfocar las cosas muy cercanas.
Causas y prevención
Las causas pueden ser físicas como por ejemplo accidentes en la córnea, heridas, quemaduras u otras enfermedades. Por otra parte, la genética influye mucho, si en la familia existe un error refractivo como los mencionados es recomendable que los niños vayan al oftalmólogo tempranamente, es decir, a los 5 años, ya que también se pueden desarrollar errores combinados, es decir, un ojo puede ser miope y otro hipermétrope y las combinaciones no tienen límites. Es importante que los padres lleven a sus pequeños a una revisión temprana para detectar a tiempo los errores refractivos de la vista y evitar prolongar los problemas de la vista.
Tratamientos con cirugía
Todos estos errores pueden tratarse con cirugía, pero el más exitoso es la miopía y el astigmatismo y su éxito reside en la forma de la córnea, pues podemos incidir en ella para modificar la curvatura al tamaño y forma del ojo a través de láser. Es un trabajo que puede compararse con el cirujano plástico, cuando una persona llega con una nariz asimétrica a la forma de su cara y puede modificarse.
Aunque la hipermetropía también es tratable mediante cirugía, esta no tiene la misma tasa de éxito. Se espera que con el paso de los años puedan corregirse y aumentarse la tasa de éxito en este procedimiento.
En la actualidad no se ha encontrado la cura absoluta para estos errores ya que se necesitaría buscar la recuperación de la juventud de las partes del cuerpo y esto no es única solución en el ojo, pues lo mismo puede funcionar para las rodillas, cadera, columna, etcétera, precisó el también socio de la Sociedad Mexicana de Oftalmología.