Uno de los grandes caballos de batalla de los expertos en depresión es la patologización de la vida diaria y del sufrimiento por las circunstancias vitales, que en muchas ocasiones se confunde con la enfermedad de la depresión. Si bien sentirse triste o sentirse mal es habitual en determinados momentos, la depresión es una enfermedad que conlleva muchos más síntomas, como por ejemplo problemas cognitivos o somáticos, entre ellos, fatiga, cambios en el apetito y peso, alteraciones del sueño, cefalea, problemas estomacales.Esta cuestión vuelve a ponerse de manifiesto ante la mal llamada depresión postvacacional.
En este sentido, Silvia López Chamón, médico de Familia y secretaria del grupo de Salud Mental SEMERGEN, expone que “depresión es un término utilizado, en muchas ocasiones, de forma inadecuada. En realidad, no deberíamos banalizar ningún término médico que nomine enfermedades importantes, tanto para magnificar como para minimizar otras circunstancias. Es una forma de estigmatizar a los pacientes que las padecen o tienen riesgo de padecerlas”.
Con respecto al malestar que se produce en el periodo postvacacional, la experta insiste en que todo cambio de rutina conlleva un periodo de adaptación. “Desde mi punto de vista hay habilidades que se están perdiendo: la capacidad de introspección, la aceptación de las limitaciones personales como oportunidades de superación o no tener claros los objetivos vitales individuales ni de grupo, también la necesidad de mostrarse exitoso a los demás en cada momento, la baja tolerancia a la frustración, no identificar referentes adecuados, etc.”.
En cuanto a por qué se produce este malestar a la vuelta de las vacaciones, López Chamón agrega que “puede tratarse de personas con cierto grado de frustración laboral que no disfrutan con su trabajo o una forma de resistencia a volver a las obligaciones y responsabilidades habituales”. En este sentido, sería un sentimiento comparable al que se produce los lunes para muchos trabajadores, tras dos días de descanso y que, ahora, después de un mayor periodo de descanso, tiene lugar de modo más acentuado.
La realidad de la depresión
Según la OMS, más de 300 millones de personas en todo el mundo sufren depresión, 2,4 millones en España, donde, según el estudio ESEMeD, la prevalencia de la depresión a lo largo de la vida es de entre un 5 y un 7,5 por ciento en los varones, y de entre un 13 y un 16 por ciento en las mujeres. Sin embargo, alrededor del 50 por ciento de los pacientes no llega a ser tratado correctamente. La depresión constituye la segunda causa de baja laboral en nuestro país.
Cabe recalcar que la depresión es una enfermedad psiquiátrica bien definida, compleja, multidimensional y heterogénea, que presenta una extensa variedad de síntomas. A este respecto los expertos insisten en que tristeza o abatimiento no son sinónimos de depresión. Los períodos de tristeza o melancolía son inherentes a la experiencia humana. La tristeza es un sentimiento normal, pero puede llegar a ser patológica en función de su duración, intensidad y grado de interferencia en la conducta y la vida cotidiana de la persona.
Los expertos critican la acepción de "depresión postvacacional”
Especialistas en salud mental explican que se trata de una banalización de la realidad de la depresión, puesto que el malestar postvacacional no se corresponde con los síntomas reales de dicha enfermedad
El Médico Interactivo
3 de septiembre 2018. 2:00 pm