En las instalaciones de la Academia Mexicana de Cirugía se llevó a cabo el taller Desarrollo, Validación y Monitoreo de Guías de Práctica Clínica en el Sistema Nacional de Salud con el propósito de informar sobre la importancia de la metodología con la cual se realizan estos documentos a través de la evidencia científica y la ardua labor de investigación. Los doctores y académicos Javier Mancilla Ramírez y Juan Manuel Guzmán González de la Academia Mexicana de Pediatría y de la Academia Mexicana de Medicina, respectivamente, dieron la bienvenida a los asistentes de esta sesión.
En su participación, Francisco Ramos, Titular del Centro Nacional de Excelencia Tecnológica en Salud (CENETEC) subrayó la importancia de la actualización, por lo cual se ha mantenido una estrecha relación con el Comité Nacional de Guías de Práctica Clínica, quienes se encargan de que entren en vigor en las diferentes instituciones de salud.
El académico comentó que el protocolo para la realización de las guías clínicas van desde la valoración de riesgo que incluye la recopilación y selección de la información que tenga incidencia en la morbilidad que se pretende tratar, posteriormente vienen el desarrollo, la validación y el monitoreo, en lo que influye este centro nacional.
Durante la presentación, el Dr. Ojino Sosa García, colaborador del CENETEC, precisó las necesidades requeridas para elaborar una GPC cuyo esfuerzo puede ser desde dos meses hasta un año, dependiendo si sólo es actualización o creación, así como las instituciones que colaborar al momento de la publicación, ya que no es fácil que una nueva guía sea adoptada por los médicos, es por eso que se hace un monitoreo aproximadamente cada 10 años para estudiar y dar seguimiento del uso de estos documentos.
La importancia de las GPC abarcan la homogeneización del tratamiento dando así un costo generalizado, además de alinearse con las nuevas terapias aplicadas internacionalmente o ponerlas en contextualización, es decir, probarlas en población mexicana y esperar los resultados para su aplicación.
En apoyo al personal médico se ha desarrollado un Catálogo Maestro de GPC para reducir la variabilidad del tratamiento y facilitar su uso en todas las instituciones nacionales de salud, con lo que se ha duplicado el número de visitas a la página y no sólo son consultadas a nivel nacional sino internacional, convirtiendo a México en un referente en éste rubro.
Las principales búsquedas realizadas en dicho Catálogo se ven alineadas con los temas relacionados con el embarazo y las enfermedades crónicas no transmisibles como la hipertensión, la diabetes y enfermedades cardiovasculares.
Para lograr la cobertura deseada es importante la participación de las instituciones nacionales de salud, así como los convenios y la colaboración con asociaciones y sociedades médicas nacionales e internacionales, ya que son el único recurso para seguir actualizando, facilitando e intercambiando experiencias.
La actualización de las Guías de Práctica Clínica apoya también en la planificación de políticas de salud siempre tomando en cuenta la voz de los expertos y la evidencia científica para fortalecer las estrategias de colaboración y avance.
El doctor Cristian Fareli mostró que en los monitoreos de la utilización de las GPC, el 70 por ciento de los médicos atiende de acuerdo a la experiencia previa mientras que el resto consulta la guía, lo que pretende corregirse al proveer una recomendación con base en vasta evidencia científica para resolver un problema de salud de la mejor vía para el paciente y el médico.
El juicio crítico es indispensable en la elaboración y utilización de dichos documentos, comentó el doctor Eric Gómez Miranda, quien recomienda la utilización del método AGREE II que evidencía los posibles sesgos de una publicación, valida las recomendaciones de manera interna y externa, analiza la aplicabilidad de las guías.
Este método de análisis es valorado a través de los ítems: alcance de objetivos, participación de los implicados, claridad de la presentación, aplicabilidad e independencia, además de afirmar que las guías deben ser actualizadas cada 3 o 5 años de acuerdo a la enfermedad o antes si es que la evidencia científica lo demanda.
Los ponentes concordaron en que la creación de las guías son pensadas principalmente para los médicos de primer contacto y deben ser estudiadas y aprobadas por los directores y residentes de los hospitales.
Los expertos definen la importancia de las Guías de Práctica Clínica
La actualización de las Guías de Práctica Clínica apoya también en la planificación de políticas de salud siempre tomando en cuenta la voz de los expertos y la evidencia científica para fortalecer las estrategias de colaboración y avance de las mismas
Rebeca Flores
2 de julio 2018. 1:30 pm