Pacientes con mutación de BRCA alcanzan una supervivencia libre de enfermedad mediana de hasta 56 meses, frente a los 13 meses que se alcanzaban hasta el momento
Los inhibidores de PARP son una serie de fármacos que interfieren en la reparación del daño genético. Se ha demostrado que, después de la cirugía o quimioterapia, consiguen altas tasas de remisión en cáncer de ovario avanzado. Especialmente para pacientes con mutación de BRCA, que…
Los inhibidores de PARP son una serie de fármacos que interfieren en la reparación del daño genético.
Se ha demostrado que, después de la cirugía o quimioterapia, consiguen altas tasas de remisión en cáncer de ovario avanzado. Especialmente para pacientes con mutación de BRCA, que alcanzan
una supervivencia libre de enfermedad mediana, de hasta 56 meses frente a los 13 meses que se alcanzaban hasta el momento.
“Estamos ante un tipo de tratamiento que funciona muy bien en pacientes con
cáncer de ovario con mutación de BRCA, aporta Raúl Márquez, jefe de la Sección de Tumores Ginecológicos del Servicio de Oncología Médica en
MD Anderson Cancer Center Madrid.
Este tipo de mutación afecta al 20-30 por ciento de las pacientes.
Se ha demostrado que, en primera línea; es decir, justo después de la cirugía o de la quimioterapia, consiguen altas tasas de remisión. En concreto en pacientes con mutación de BRCA y/o HRD (déficit de recombinación homóloga). Por el contrario, “hemos visto que otro tipo de tratamiento en el que se tenía gran esperanza como es
la inmunoterapia, no ha demostrado una gran eficacia en el tratamiento de primera línea del cáncer de ovario, no teniendo un papel muy relevante en la enfermedad”, apunta el experto.
Cáncer de ovario avanzado
El cáncer de ovario es un tipo de tumor con síntomas inespecíficos, lo que dificulta su diagnóstico precoz. Es por ello que muchas veces las pacientes acaban con un diagnóstico de cáncer de ovario avanzado. En cuanto a los factores de riesgo en la aparición del cáncer de ovario, la edad puede ser un factor determinante.
No es habitual que una paciente sea diagnosticada de un cáncer de ovario a edad temprana, lo habitual suele ser en una franja de edad de entre los 45 y los 75 años.
Asimismo, hay otra serie de factores de riesgo asociados como la enfermedad pélvica o la terapia hormonal sustitutiva. “Ante una paciente menor de cuarenta años, donde la abuela o la madre ha padecido cáncer de mama u ovario, tendríamos que sospechar la posibilidad de encontrar mutaciones familiares de BRCA”, confirma Márquez.